Hoy hablamos de nuevo del mundo de los establecimientos hoteleros y en este caso lo hacemos para poner un poco de orden a todas las clasificaciones que existen a la hora de ver cuáles son los alojamientos en los que podemos pasar la noche en el destino elegido. Para cada lugar, para cada experiencia y también dependiendo de con quién vayamos de visita, es mejor una u otra opción, pero conocerlas resulta clave para poder entender cómo se configura el mundo del turismo. Nuestra propuesta de hoy se basa precisamente en la clasificación de hoteles.
Clasificación de los hoteles por los servicios que ofrecen
La clasificación de hoteles por el número de estrellas resulta fundamental a la hora de entender qué servicios nos encontraremos en un hotel. De forma habitual, los servicios básicos de un hotel son una cama, un armario, una mesa pequeña y un lavamanos. Todo lo que sobrepase esas expectativas es un plus que mejora la calidad que ofrece dicho establecimiento.
- 1 estrella: el servicio que ofrecen es normal. Debe tener todo lo anterior y puede incluir algún extra como teléfono, televisor, internet o baño completo sin aumentar de categoría.
- 2 estrellas: se considera un servicio superior al normal. Eso significa que tendremos hoteles con más opciones y extras de las que nos ofrecen en el normal.
- 3 estrellas: el servicio es bueno. En este caso además de mejoras con respecto a las anteriores categorías en cuanto a las habitaciones y a sus dimensiones, se deben incluir extras como el de restaurante, salas de reuniones y sobre todo complementos para los huéspedes en servicio de habitaciones o amenities.
- 4 estrellas: en este caso estamos ya en la categoría de muy bueno. El servicio y el establecimiento deben ser de alta calidad.
- 5 estrellas: el servicio es impecable y tiene tintes de algo exclusivo y diferente a lo ofrecido por los demás establecimientos.
Clasificación de establecimientos según su localización
Por localización podemos clasificar los hoteles en hoteles de ciudad, hoteles de playa, hoteles de montaña, hoteles de reuniones (a las afueras o en la periferia de las ciudades) o hoteles de vacaciones familiares (por lo general complejos con una importante cantidad de servicios extra).
Dada la alta demanda por lo rural y por la desconexión urbana, la categoría de hotel rural se ha convertido en una de las que mayor oferta tiene durante toda la temporada. Estos establecimientos pueden situarse en cualquier lugar, aunque es condición para serlo estar en pequeñas localidades o en espacios apartados en medio de la naturaleza.
Estas no son las únicas clasificaciones que se utilizan en el mundo de los establecimientos hoteleros, aunque si resultan de las más fundamentales para entendernos un poco a la hora de seleccionar unos u otros. Así que a partir de ahora, tienes ya una idea clara de lo que esperarte de los diferentes lugares en los que pasar la noche por el nombre o las estrellas que reciben