Mundo

Cómo hacer que tu viaje sea memorable

28 Abr 2014 – 05:00 AM EDT

Cuando planificamos un viaje, probablemente todos queremos que sea una de las mejores experiencias de nuestra vida. Pese a que la planificación pueda ser muy buena desde el momento en que partimos, lo cierto es que hacer que ese viaje sea memorable y se nos quede grabado en la retina por muchos años no es una cuestión tan simple, ni tampoco se trata de tenerlo todo controlado al dedillo. Más bien se trata de ser tú el que elija y de hacerlo parte de ti.

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Un viaje hecho a medida

Muchos viajeros nos empeñamos en saberlo todo de nuestro destino. Nos compramos guías de viajes que vienen a decir lo mismo. Y acabamos parando en las tiendas de souvenirs que nos venden los mismos recuerdos una y otra vez, la verdad es que el hecho de que un viaje sea memorable no depende de ninguna de estas cuestiones.

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Acordarte años después de lo vivido va a depender de la experiencia. Y esa experiencia dependerá de las personas con las que hayas encontrado en el viaje, de la relación que hayas hecho con otros turistas y locales, y de las actividades que hayas llevado a cabo, junto con los lugares que te hayan impresionado. En conjunto, todo eso hace que un viaje sea o no memorable.

Huyendo de lo clásico

Muchos monumentos nos decepcionan. Muchas guías de viaje solo muestran más de lo mismo. Y al final no disfrutamos como queremos de nuestra aventura. Aunque no se trata tampoco de no tener nada planificado. Pero si quieres que tu próximo viaje sea de esos que pasan al recuerdo, lo mejor que puedes hacer es precisamente dejar un resquicio a la relación con las personas que te encuentres, un poco más de espacio a las casualidades que puedan ocurrir y aún más a mostrar interés por la cultura, la gastronomía y lo que puedas aprender de tu destino.

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Decálogos para hacer un viaje perfecto, de esos que se quedan en la retina durante mucho tiempo hay muchos, aunque yo particularmente, me inclino más por la idea de que sea cada viajero a su propio modo el que se marque su propia hoja de ruta y por lo tanto sus propios mandamientos a la hora de viajar y de crear esos recuerdos para el futuro. 

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