
Por estos días, los parisinos y turistas tendrán la oportunidad de disfrutar de la Torre Eiffel de una manera diferente. La compañía embotelladora de agua Perrier quiere que experimenten la misma velocidad que alcanza una pelota de tenis: 55 mph o 88km/h.
¿Cómo lo van a hacer? Colocando una tirolina desde el segundo piso de la torre hasta L’École Militaire. El vertiginoso deslizamiento tiene una longitud de 800 metros y una duración de 1 minuto.
Y como si la inyección de adrenalina no fuera suficiente para los intrépidos, el vuelo a alta velocidad sobre el Campo de Marzo es completamente gratis. Esto es un contraste positivo con el precio de los boletos para entrar a la torre, los cuales oscilan entre 8€ y 17€, dependiendo de la edad. Lo malo es que Perrier solo lanzará a los 100 primeros atrevidos que se presenten cada día y la diversión terminará el próximo domingo 11 de junio, día en que también culminará el Abierto de Francia.
Pero esta tirolina no es la primera peripecia que tiene como escenario el icónico símbolo de París. Otra tirolina ya se colocó anteriormente en el primer piso a una altura menor de 98 metros. En 1984, un matrimonio inglés saltó en paracaídas desde el tope de la torre a 276 metros de altura, y un neozelandés saltó en un bungee jump desde el segundo piso en 1987.
Sin dudas el caso más sonado es el del inventor y sastre austríaco Franz Reichelt, quien intentó demostrar que podía volar con un traje de su propio diseño saltando desde el primer piso. El hombre perdió la vida estrellándose en el Campo de Marzo el 4 de marzo de 1912.

En tiempos recientes, varios escaladores han trepado la Torre Eiffel a mano limpia. Pero los dichosos que puedan asistir no tienen que preocuparse por nada. Esta tirolina es una de las experiencias más espectaculares que se puede vivir en París. ¡Echemos un vistazo!
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