
En el este de Francia, sobre la frontera que la divide de la vecina Alemania, está la región de Alsacia y dentro de ella está Colmar, una de sus más llamativas ciudades, excelentemente ubicada en la confluencia de los valles de los ríos Munster y Rhin. Su riqueza principal es la vitivinicultura, luego viene la industria turística, puesto que todos se sienten atraídos por este pequeño rincón con tanta historia y de belleza sin igual.
Un increíble Arte religioso
En la parte vieja de la ciudad hay muchísimos edificios de marcado estilo gótico y otros del período al que se ha dado en llamar “renacentista renano”, o del Valle del Rhin. Entre ellos llama la atención la conocida como casa de las cabezas que tiene más de ciento cincuenta caras esculpidas. Del mismo estilo son la Antigua Aduana con su plaza y su fuente, el Antiguo Cuerpo de Guardia y la Casa Pfister ubicada en la Calle de los Mercaderes.

En el arte religioso se destacan la austera aunque bella Iglesia de los Dominicos con sus espectaculares vitrales, la Iglesia de Saint Mattieu y la Colegiata de Saint Martin (que supo ser la Catedral entre los siglos XII y XIII); en el que fuera el Convento de Hermanas Dominicas está hoy el Museo Unterlinden, que guarda como su mayor tesoro diez obras maestras del gran pintor Mathias Grünewald, entre las que sobresale el maravilloso Retablo deIssenheim del siglo XVI. En la vecina ciudad de Thann podremos visitar una de las más bellas Catedrales de la región o el Monasterio de Saint Odile que es el santo patrono de toda la comarca.
Románticos canales
Dos barrios de las afueras, el de Pescadores y el de Curtidores son conocidos como La pequeña Venecia porque son varios los canales navegables que los surcan y que son atravesados a su vez por decorativos puentes; todo está engalanado por plantas, la mayoría coloridos geranios en flor, presentando todo el conjunto un aspecto romántico y encantador.
En las cercanías se hallan, además, Obernai y Sélestat, dos apacibles pueblos medievales. Camino a Estraburgo se puede apreciar sobre un monte el Castillo de Haut-Koenigsbourg.
La que fuera vivienda de Auguste Bartholdi, quien esculpiera la Estatua de la Libertad, hoy está transformada en museo y se pueden ver en ella varias obras del genial artista. En el mes de julio se efectúa un importante Festival Internacional de Música Clásica. En agosto se celebra la Fiesta del Vino, a la que asisten personas del mundo entero, en ella hay degustaciones de los exquisitos vinos y comidas regionales, numerosos espectáculos al aire libre y varias exposiciones. Llegado el mes de diciembre todo se convierte en una enorme aldea navideña orlada de luces.
La bellísima Colmar cuenta con un encanto especial en cada época del año, siempre será inolvidable el momento en que la visitemos.
¿Qué les parece Colmar? ¿Han visitado Francia alguna vez?