Muchos lugares del mundo tienen su propio concepto de vivienda, y en términos viajeros, también de alojamiento. Uno de los ejemplos más concisos es el de Marruecos, cuyos típicos riads conforman la opción más exótica (y económica) para aquellos turistas que viajan al Magreb esperando encontrarse algo nuevo, fresco y al mismo tiempo confortable. Y tú te preguntarás, ¿qué son los riads? Vamos a ello.
A solas con Marruecos
La palabra riad procede del término árabe "ryad", el cual significa jardín. Y es que este conforma la piedra angular de cualquiera de estos antiguos palacetes convertidos hoy día en alojamientos típicos para cualquier turista que se acerca a ciudades como Marrakech, el mayor exponente de este tipo de construcciones. Otros, en cambio, han mantenido su sobria condición de viviendo privada y ornamental sin ceder a la evolución del turismo.
Los riads se componen del mencionado jardín, usualmente compuesto por una fuente y árboles cítricos como naranjos y limoneros, pequeñas carpas a modo de jaima interior, banquitos con mesas sobre las que lucen lotes de té u otros corredores que comunican espacios comunes; todo ello perfectamente ornamentado al estilo árabe, con sus arcos, teselas y citas extraídas del Corán.
Si miramos hacia arriba comprobaremos un tejado abierto azul cielo por el que penetra una brisa cálida que al fundirse con el agua de la fuente y el fresco jardín se transforma en la temperatura propicia para el resto del edificio, cuyo interior se compone de numerosos balcones en torno al jardín.

Vivir en Marruecos
De este modo, vivir en el corazón del caluroso Marruecos se convierte en una agradable, exótica y fresca experiencia. Esta medida funcionalidad proviene del período de la conquista andalusí en España durante diez siglos (entre el VIII y el XV) en el que los árabes enviaron numerosos constructores locales a Marruecos para perfeccionar la arquitectura.
El resultado fueron estos palacetes que proveen un modo de vida interior adecuado y, especialmente, íntimo, pues también se trató de alejar el interior de las viviendas del mundanal ruido de los bazares situados en las Medinas de las grandes ciudades, tal y como puedes comprobar al entrar en uno de estos riads, cuya orientación da las espaldas al exterior, centrándose en su pequeño microcosmos de aromas cítricos, fuentes relajantes y vida en común.
Muchos riads también contienen coquetas terrazas sobre las que los turistas descansan o toman un té con vistas a la urbe, sus tejados y la hipnótica luna oriental. Una experiencia inigualable que además puede ser económica y situarse en un punto estratégico a la hora de hacer turismo, tal y cómo demuestran los siguientes riads de Marrakech que no debes perderte, desde los más lujosos hasta otros más sencillos.
Podría interesarte: Jardines más exóticos de Marrakech
Los alojamientos típicos de Marruecos son los riads, viviendas que nos permiten una mayor comodidad e intimidad sin descuidar el propicio y singular ambiente de cualquier ciudad del país magrebí. No olvides ese momento de soledad en la azotea, un buen té junto al jardín o proveeros de los mejores consejos y toda la información para visitar los bazares cercanos. Y este tan solo será tu primer paso en las exóticas tierras árabes.