Cierto es que oficialmente no estamos en temporada turística en el Caribe, pero digamos la verdad ¿cuándo no es temporada en el Caribe? Por ello, aprovechando que los vuelos salen más baratos en esta época, hoy tomaremos el snorkel y el short de baño a cuadritos, ¡pues nos vamos a bucear a las Bahamas!
Estamos frente a un destino turístico por excelencia, en el que los hoteles 5 estrellas, las tranquilas playas, los paisajes agrestes, la movida nocturna y la práctica de deportes conforman un espectro que seduce a todos los turistas, pues este es uno de los lugares en el que siempre hay algo para hacer. Sin embargo, en esta serie de posts de NuestroRumbo sobre las Bahamas nos dedicaremos a hablar de una de las actividades turísticas más importantes del lugar: el submarinismo.
Contamos con 700 islas y 2000 islotes para visitar y conocer a fondo, en un archipiélago que ofrece todos los encantos para quienes gustan de practicar submarinismo. La temperatura de unos 28º de media y la visibilidad de hasta 30 metros que se consigue debajo de sus cristalinas aguas ofrecen un escenario perfecto en el que practicar esta actividad.
Tan sólo en la isla de New Providence encontramos más de 25 sitios donde practicar buceo, y a lo largo de todo el archipiélago de las Bahamas encontramos una infinidad de corales, paredes y especies marinas autóctonas, entre las cuales encontramos los excitantes tiburones y morenas, que a través de los encuentros cercanos con ellos añaden un ingrediente extra a la adrenalina que de por sí posee bucear.
Es más, en el archipiélago de las Bahamas encontramos un atractivo extra: los navíos hundidos. Podemos visitar más de diez embarcaciones, entre las cuales se encuentran los populares “ El Miranda”, “ Bahama Mama” o el “ Tears of Allah”, el cual fue escenario de la película de James Bond Never say never again.
En los artículos siguientes de NuestroRumbo conoceremos más a fondo esta hermosa actividad que ofrece este hermosísimo archipiélago, hablando de las bellezas naturales que encontramos debajo de la superficie de sus aguas como de los navíos naufragados que el turista puede conocer.