
Todos conocemos la historia del fatídico fin del trasatlántico más famoso del mundo, El Titanic, y ni que decir de la romántica versión que nos entregó Hollywood, la cual terminaría por desatar una legión de seguidores de la genial embarcación. ¿Eres tú también uno de ellos? ¿Has soñado con recorrer las fastuosas instalaciones de una nave de esas dimensiones?, o quizás, te has preguntado si hubieras podido sobrevivir como Rose o muerto con Jack, de haber estado ahí. Pues es tiempo de descubrirlo. Aborda en Estados Unidos el Titanic y forma parte de su historia.
En este país se ha desarrollado el concepto de la atracción museo más grande del mundo sobre el Titanic. Después de todo, fue el lugar de donde partió a su primer y único viaje. El singular museo, tuvo lugar inicialmente en Branson, Missouri, para después expandirse y tener otra sede en Pigeon Forge, Tenessee.

Lo más interesante de conocer estos museos, es que no sólo vas aprender de fechas, años y otros datos históricos, sino que tendrás la oportunidad de recorrer una réplica de la embarcación, la famosa escalinata principal, ver artefactos del viaje, artículos personales de los pasajeros, utensilios, el lujo de primera clase y también las instalaciones de la tercera clase, en otras palabras, sentir que volviste en el tiempo.
La impresión de la visita comienza antes de ingresar. La imponente coraza del Titanic te espera al lado de la réplica de un Iceberg en la entrada, donde, a continuación, te entregarán un pase de abordaje, con el nombre y la clase de uno de los pasajeros que realmente abordó. Al final del viaje, descubrirás si sobreviviste con él o no llegaste a destino.
El recorrido es definitivamente interactivo y muy real. Te encontrarás con “maids” o sirvientas de primera clase, oficiales del barco y por supuesto con su capitán. Todos ellos dispuestos a garantizarte una experiencia inolvidable mientras te cuentan sus historias y anécdotas.
Si decides acudir al museo de Branson encontrarás adicionalmente, un modelo a escala del barco en exposición; tocarás la superficie congelada de un “iceberg”, podrás intentar enviar un mensaje de auxilio y conocerás los lindos cachorros del bote, incorporados en recuerdo a las mascotas que murieron en la tragedia.
Si por otro lado escoges el museo de Pigeon tendrás actividades para los más pequeños y vivirás experiencias tales como probar tu equilibrio en las “cubiertas inclinadas”, subir a un barco salvavidas y descubrir qué sintieron las víctimas del Titanic en esa fría noche en el atlántico.
Cientos de detalles vuelven el recorrido una visita única y obligada. ¿Sobrevivirás o no?