7 científicos que recientemente han perdido la vida en circunstancias tan extrañas que aún siguen siendo un misterio
7 muertes ocurridas en circunstancias tan extrañas, que los teóricos de las conspiraciones se las atribuyen a otras causas.
1. Intoxicación con metanol en la Antártida
El astrofísico australiano Rodney Marks murió en 2000 por envenenamiento con metanol mientras estaba en la Antártida. Marks trabajaba para la Sociedad Smithsoniana en un proyecto de la Fundación Nacional de Ciencias. El suicidio fue descartado en la investigación, pero la muerte sigue siendo un misterio.
2. Sospechoso paro cardíaco
El biólogo celular Benito Que fue hallado muerto en noviembre de 2001, fuera de su laboratorio en los terrenos del Miami Medical School de Florida. Había sido golpeado y parecía víctima de una agresión. A pesar de los golpes y otros indicios, la muerte del experto en enfermedades infecciosas, incluyendo VIH, fue atribuida a un paro cardíaco.
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3. Extraño arrollamiento

El bioquímico del Centro Médico de Texas, Robert Leslie Burghoff, fue atropellado por una furgoneta mientras caminaba por un sendero en noviembre de 2003. Burghoff estaba estudiando un brote de gripe que afectaba a los cruceros y se especuló que su extraña muerte pudo haber estado vinculada con su investigación.
4. Rara coincidencia
El 28 de enero de 2002, el microbiólogo de la Academia de Ciencias de Rusia, Alexi Brushlinski, fue asesinado a golpes. Menos de 2 semanas después, el 8 de febrero, el también microbiólogo de la Universidad Estatal de Medicina de Rusia, Valdimir Korshunov, pereció de forma parecida. Ambos ataques fueron considerados al azar, pero los teóricos de las conspiraciones no lo creen.
5. Arsénico
El científico nuclear John Mullen murió repentinamente en junio de 2004 por intoxicación con arsénico, que se cree le fue dado en una bebida. Su novia, Tamara Rallo, estaba siendo buscada por el asesinato cuando también apareció muerta y no se informó si había sido suicidio u homicidio.
6. Extrañas circunstancias
En febrero de 2002, el investigador de riesgo ambiental de la Universidad de East Anglia, Ian Langford, apareció muerto, parcialmente desnudo, con heridas en el cuerpo y debajo de una silla de su casa. A pesar de las extrañas circunstancias que rodearon el caso, la policía declaró en 48 horas que la muerte no era sospechosa.
7. Dudoso suicidio
El biofísico Don Wiley apareció muerto en el río Misisipi en noviembre de 2001. Su coche de alquiler fue abandonado en un puente de Tennessee y el FBI dictaminó muerte accidental. La versión oficial es difícil de creer porque la baranda del puente tiene 2 metros de alto. Una versión señala que Wiley era una de las pocas personas capaces de rastrear el origen del ántrax utilizado dos meses antes en los ataques con cartas.
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