En iMujer promovemos el viajar sola, ya que son muchos los beneficios que la experiencia puede aportarnos a pesar de los típicos prejuicios que surgen en un primer momento. Elegir un destino y dejarse llevar, sentirse libre al otro lado del mundo y, ante todo, descubrir nuevas experiencias son algunos de estos motivos por los que viajar sola es recomendable.

1# El placer del anonimato
En nuestro lugar de origen nos sentimos cómodos pero algo falla, estamos demasiado condicionados por las personas que conocemos, con todo lo bueno y malo que ello conlleva. Sin embargo, el permitirte viajar sola a otro destino, aunque este se encuentre a cuatro horas de tu casa, hace experimentar el placer de la libertad más absoluta, un anonimato que permite desinhibirte emocionalmente y vaciar tus prejuicios para admirar ese nuevo entorno de un modo más objetivo y disfrutable.

#2 Conocer gente diferente
Cuando viajas acompañada conocer gente nueva es igualmente factible aunque, realmente, no experimentes estas nuevas relaciones al 100%. Viajar sola te hará conocer nuevas personas cuya interacción podrás disfrutar en todos los sentidos, principalmente, porque estarás sola y la compañía humana será necesaria en varios momentos. De este modo se establecen interacciones en las que tú puedes seguir siendo tú misma (e incluso de un modo que aún no habías percibido) y conocer, más a fondo, a esos otros viajeros o locales.
Si, en tu caso, prefieres viajar con amigos, te decimos cómo hacerlo bien.
3# Afrontar desafíos
Si viajas con tu mejor amiga se enfrentarán, posiblemente, a ciertos obstáculos durante el viaje. Sin embargo, no cesarán en escudarse la una tras la otra, lo cual está bien, pero no te permite realizarte a ti misma. Viajando solo afrontas todas las alegrías, problemas y situaciones, conoces tus límites y hasta dónde puedes llegar o, incluso y quizás esto es lo más importante, descubrirás que eres más fuerte y tenaz de lo que pensabas, lo cual siempre vendrá bien a la hora de realizarte y cambiar tu perspectiva una vez que vuelves al "mundo real".
#4 Cruzar la otra orilla
Sí, posiblemente sea tu monótona vida la que te ha impulsado a viajar a la otra parte del mundo, quizás haya sido una ruptura, una mala situación familiar... pueden existir mil motivos. Situaciones que te bloquean e impiden verlas con objetividad, algo que sí es posible al viajar, véase como huida o necesidad de oxigenar tu existencia. Y, de repente, frente a un atardecer oriental, durante un viaje en tren o en la soledad de tu habitación lo ves, analizas tu vida desde otra perspectiva, te enfrentas a tus miedos y, en cierto modo, te encuentras a ti misma.
#5 La vida es una sorpresa
Y más durante los viajes en solitario. No saber qué va a suceder y dejarte llevar suponen la antítesis de esa vida rutinaria en la que todos los horarios han sido planificados, las comidas te saben igual y el metro siempre pasa a la misma hora. Viajando acompañada, parte de esta rutina viaja contigo, es parte de lo conocido, y lo conocido condiciona de un modo u otro. Adentrarte en un destino diferente solo supone exponerse a lo impredecible, a esa vibrante incertidumbre que te hace ver lo gratificante que supone estar viva.
#6 ¿Presión?
Si viajas sola, ninguna. Viajar con alguien supone ceñirte también a sus necesidades y deseos, algo que, viniendo de un posible acompañante poco experimentado o demasiado infantil, puede ser incluso peor que el hecho de haberte quedado en casa. Sin embargo, viajar sola te permite hacer exactamente LO QUE QUIERES, levantarte antes o después, aventurarte a ir más más lejos o cerca, viajar en motocicleta, tener sexo en las playas, colarte en un templo y echar a correr cuando te descubran, tomar un vuelo sorpresa a un país vecino... Viajas sin ese otro par de ojos que parece imprescindible cuando viajas en compañía.
Recuerda que no tienes por qué tener miedo a viajar sola.
Estos 6 motivos por los que viajar sola es recomendable hacen especial hincapié en el placer de esa cierta libertad que experimentamos durante una travesía en solitario y todo lo que ello engloba. Una vez que pongas los pies en ese nuevo destino, la experiencia hablará por sí misma y te hará descubrir nuevos y secretos placeres pero, al menos para que te animes a dar el paso por primera vez, estas razones te harán, como mínimo, replantearte la idea de lanzarte al mundo.