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6 increíbles datos sobre los kamikazes que harán explotar tu cabeza

18 Mar 2017 – 03:30 PM EDT

En un intento desesperado por revertir una Segunda Guerra Mundial ya casi pérdida, los japoneses crearon la « Unidad de ataque especial» mejor conocida como los kamikaze. Su única finalidad era estrellar deliberadamente los aviones contra buques estadounidenses. Estos son 6 curiosos datos sobre estos arrojados y descabellados pilotos.

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1. ¿Cómo eran convencidos para esta práctica suicida?

El honor que suponía dar la vida por el país solo era comparable emocionalmente con el deshonor que traía declinar la solicitud de ser kamikaze. Los pilotos no eran obligados a morir por su país, pero tras aceptar la propuesta, eran ascendidos dos rangos militares. Los que la rechazaban, quedaban marcados por la vergüenza para siempre.

2. Guerra Psicológica

El objetivo del kamikaze no fue solo hundir barcos de EEUU. Sabiéndose en desventaja al final de la guerra, los japoneses quisieron sembrar el terror entre sus enemigos al demostrarles que estaban dispuestos a todo menos a rendirse. Los estadounidenses simplemente los apodaron « Baka» que significa en japonés «Idiota».

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3. Los kamikazes del mar

Los ataques kamikaze no fueron exclusivos de la fuerza aérea japonesa. La fuerza naval se unió a la macabra empresa y fabricó los llamados « Kaiten» unos torpedos con el casco ensanchado para incluir a un tripulante que los guiaba hasta el objetivo. El proyecto no tuvo mucho éxito, provocando más bajas japonesas que enemigas.

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4. Kamikazes alemanes

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La piloto de pruebas alemana Hannah Reitsch, sugirió a Hitler la creación de un escuadrón suicida, proyecto que fue cancelado en último momento. La idea era colocar a pilotos en cohetes V-1 modificados con explosivos. Reitsch, que era muy estimada por Hitler gracias a su compromiso con el régimen, fue la única mujer en ser condecorada con la « cruz de hierro».

5. Drogados para morir

Los pilotos kamikaze consumían grandes cantidades de Philopon, una especie de metanfetamina que los mantenía enfocados y aumentaba sus niveles de agresividad. Esta droga era imprescindible para los pilotos, quienes además debían atravesar una lluvia de balas antes de impactar a su objetivo.

6. Kamikaze que no sabía volar

El Almirante Matome Ugaki fue el último kamikaze japonés. Encargado del escuadrón suicida ya en el ocaso de la guerra, Ugaki decidió que no podía morir de otra manera que no fuera como todos aquellos pilotos a los que él mismo había enviado a la muerte. Curiosamente, Ugaki no sabía volar, así que un piloto voluntario tuvo que morir con él para cumplir el último deseo del almirante.

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