Los nazis desarrollaron en secreto algunos proyectos de alta tecnología que, afortunadamente, no tuvieron éxito.
1. Superpistola de calor
Uno de varios proyectos ultrasecretos nazis fue el de una estación espacial dotada de un gigantesco espejo capaz de reflejar la luz solar con gran intensidad sobre la Tierra. La idea era lanzar un superrayo para incendiar las ciudades enemigas y hacer hervir sus cuerpos de agua.
El proyecto había sido iniciado en 1929 por el físico Hermann Oberth, quien no lo concibió inicialmente con propósitos bélicos. De hecho, el periodo de ejecución fue estimado en 100 años y el objetivo era iluminar puertos y ciudades. Obviamente, Hitler no podía esperar tanto.
2. Confesiones nazis
Muchos jefes y soldados nazis jamás mostraron ni el más mínimo arrepentimiento por los atroces crímenes que cometieron. Se consideraban una raza superior y nunca respetaron a otros seres que creían inferiores.
Hubo grabaciones clandestinas en las que algunos soldados comentan los más espantosos crímenes sin inmutarse. Incluso, algunos confesaron que aniquilaron a familias enteras por simple diversión. Los que pagaron sus atrocidades con la muerte y la cárcel seguramente no las encontraron tan divertidas.
3. Hitler y el ocultismo
Se dice que el líder del Tercer Reich simpatizaba con algunas prácticas ocultistas y que prefirió mantenerlo en secreto para no dañar su imagen de hombre fuerte y de lógica racional.
4. El Gran Gustav
Con 1350 toneladas de peso y más de 1400 hombres destinados a su funcionamiento, el Gran Gustav ha sido el cañón más grande que haya existido jamás. Fue diseñado para romper grandes líneas defensivas y sus municiones de calibre 800 mm hipotéticamente destruirían a cualquier blanco que lograran impactar.
El Gran Gustav hizo acto de presencia durante la Batalla de Sebastopol, pero no fue utilizado, por lo que solo fue un espectador VIP de la victoria alemana. Finalmente, la portentosa arma fue sacada de circulación por la endiablada logística para utilizarla. Por ejemplo, se necesitaban 25 vagones de ferrocarril unidos para trasladarla. El Gran Gustav fue desmantelado, aunque los Aliados destruyeron sus piezas para evitar una posible reconstrucción.
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5. Bases secretas en la Antártida
El brazo del Tercer Reich llegó incluso hasta la Antártida. En el frio lugar, los alemanes construyeron bases secretas que fueron orgullo del ejército nazi. Hay gente que piensa que estás bases todavía existen y han sido escondidas a todo el mundo.
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¿Conocías alguno de estos «secretos» del Tercer Reich?