5 formas en las que tu cuerpo delata que estás mintiendo (científicamente comprobadas)
No hay persona mayor de dos años en este mundo que nunca haya mentido; sean mentiras «blancas», por omisión, para salvarse de un problema o con intenciones poco sanas, los seres humanos no nos salvamos de las mentiras. Ser un mentiroso efectivo no es fácil, ya que puedes pensar muy bien y tener la mentira perfecta, pero tu cerebro y cuerpo te van a delatar, de una u otra manera, siempre te van a delatar.
Hoy vamos a contarte acerca de 5 formas en las que, inconscientemente, te acusas a ti mismo cada vez que mientes, pero que desde la psicología, el estudio del comportamiento humano y sectores dedicados específicamente en la detección de falsedades en juicios e inspecciones de seguridad, han logrado diluscidar. Estas son 5 formas cientificamente comprobadas en las que el cuerpo delata mentiras.
5. Posición de tu cuerpo
Una persona confiada se para derecha y con el cuerpo relajado. Cuando mentimos tendemos a tratar de vernos lo más pequeños posibles por lo que tendemos a poner nuestro cuerpo en una posición que nos termina delatando.
4. Lenguaje distante y cambios en tu forma de hablar
Al mentir sobre algo, lo más común es tratar de que no nos involucre y por lo tanto la historia se cuenta desde casi una narrativa de tercera persona poniendo énfasis en los otros para removernos de la mentira. Además, solemos entregar más detalles que los necesarios.
Asimismo tu forma de hablar cambia; el tono, velocidad o la forma en que te expresas. Esas formas de hablar tan poco naturales separan a una mentira de una verdad y es una forma en que te delatas a ti mismo sin darte cuenta que lo haces.
3. Expresión facial
Mentir requiere que tu cerebro aumente su actividad y eso viene acompañado de pequeñas señales en las expresiones de tu rostro. Estos cambios pueden ir desde el parpadeo, mover la nariz, morderse el labio, mejillas coloradas, etc. No es necesario que sean extremadamente notorios, pero alguien con experiencia en encontrar mentirosos.
2. Movimiento de tus manos
A menos que seas una persona que jamás se ponga nerviosa, la mayoría de los que mienten tienden a realizar movimiento involuntarios con sus manos al hablar para esconder esos nervios que capaz no sientes de forma consciente. Juntar las manos, rascarlas, frotarlas, mover los dedos, etc. Si notas que eso te pasa, lo mejor es tener un libro o algún objeto que mantenga a tus manos ocupadas.
1. Falta o exceso de contacto visual
Puede ser que tengas la mentira perfecta, pero tu cerebro sabe que estás en un acto peligroso y tiende a querer removerte de este. Una de las formas clásicas de detectar a un mentiroso es por su mirada. Al mentir la gente tiende a evitar el contacto visual. Otros que están consientes de este problema se equivocan y realizan un contacto visual que es muy poco natural, no por nada dicen que tu mirada te delata.
El mentir es un proceso complejo para tu cerebro y esa sobreactividad hace que se delate a sí mismo sin siquiera darse cuenta. Siempre es más difícil mentir a quienes nos conocen y existen verdaderos expertos en atrapar mentirosos, así que si necesitas modificar un poco la verdad primero trabaja en estos pequeños detalles y no dejes que tu propio inconsciente te acuse.
- También te puede interesar leer: «10 interesantes curiosidades sobre las mentiras que te dejarán boquiabierto»