El efecto Game of Thrones ha desatado la fiebre por el medievo en unos espectadores a los que les gustaría imaginarse en esos escenarios antiguos, blandir una espada y refugiarse en bosques misteriosos. Sin embargo, una vez hayáis comprobado estas 5 formas de tortura típicas de la Edad Media agradeceréis férreamente haber nacido en este tiempo...
Muerte por sierra
Aplicada en diversos lugares como la Antigua Persia, Marruecos o Roma, la muerte por sierra consistía en colgar al torturado boca abajo, a fin de que la sangre descendiera hasta la cabeza y de este modo fuera consciente de su propia tortura.
A continuación, se procedía a dividir en dos el cuerpo utilizando una sierra con la que se trazaba un tajo en el perineo hasta partir en dos piezas al ejecutado.
Burro español
Curiosamente, muchas formas de tortura durante el medievo llevan el adjetivo "español" acompañando al instrumento, prueba de una Inquisición que desarrolló técnicas de tortura realmente horripilantes.
Una de ellas fue la muerte en el burro español, un instrumento de madera en forma de V invertida con púas en la superfície sobre la que se sentaba al torturado. A su vez, se le colocaban dos grandes bolas de plomo en los pies para que provocaran presión en el mismo y las púas pentraran con mayor eficacia hasta que el condenado moría desangrado.
La rueda
Una de las técnicas de tortura más terribles de la Edad Media era la rueda, que se componía de dos fases. En la primera, el torturado era colocado sobre una rueda en forma de cruz y era golpeado por el verdugo mediante una barra de hierro que no debía tocar la cabeza, pues de este modo se evitaban los derrames internos y la víctima era consciente.
Durante la segunda fase se llevaba al torturado con los huesos rotos a una rueda colocada sobre un eje clavado de forma vertical.
Finalmente, se dejaban los cuerpo putrefactos para uso y disfrute de los cuervos, que comenzaban devorando el cuerpo por los ojos.
En otras ocasiones la víctima era igualmente maniatada a la rueda, la cual era girada sobre una hoguera hasta que el hombre era completamente quemado.
La pera de la angustia
Metálica, esta pera dividida en varias capas era introducida en órganos de la víctima como la vagina, el ano o la boca. Una vez dentro esta de abría, dislocando la cavidad y produciendo numerosos desgarros en la persona hasta que, finalmente, esta sucumbía.
El potro
Uno de las consideradas como peores ejecuciones era el potro, una plataforma de madera copada con dos ejes giratorios. En el centro se colocaba a la víctima, que era atada por los pies y los brazos a los respectivos rodamientos.
Una vez se activaba el funcionamiento de estos ejes, las cuerdas presionaban las extremidades del torturado hasta que finalmente moría descuartizado. Esta muestra de tortura fue mostrada en la película Braveheart.
Estas 5 formas de tortura típicas de la Edad Media representan la parte más escalofriante de uno de los períodos más oscuros de la humanidad. Es por ello que, hoy más que nunca, deberíamos agradecer vivir en un mundo en el que no nos introducirán peras mecánicas en la boca ni nos sentarán sobre un burro de púas.