
Cuando vivimos en la ciudad y miramos al cielo nocturno desde nuestra ventana, contar estrellas se convierte en una tarea difícil dada la contaminación lumínica que opaca el vacío del espacio.
Rompe con la ceguera y deslúmbrate con estos firmamentos que allá donde no hay luces urbanas se visten de pureza y miles de puntitos brillantes...
Desierto de Atacama (Chile)

San Pedro de Atacama se convierte en el punto de partida desde el que los viajeros son guiados hasta unos páramos de lagos coloridos cuyos cielos estrellados permiten vislumbrar lo más cercano a Marte en la Tierra.
Si, además, decidimos acampar en el famoso Valle de la Luna, adivinar constelaciones convierte la noche en este desierto sudamericano en toda una experiencia.
NamibRand (Namibia)
Al este de esta reserva natural cuyo pueblo más cercano queda a 100 kilómetros, es posible contemplar el corazón de la Vía Láctea o ser testigos de un fenómeno único llamado "gegenschein", una estela solar formada por partículas de arena interplanetarias que alcanza su máximo esplendor en estas llanuras en las que su baja humedad permiten una mayor nitidez de un cielo atlántico maravilloso. Posiblemente uno de los cielos con más matices del continente africano.
Nuevo México
La presencia de los parques de cielos nocturnos aseguran cielos estrellados apenas afectados por la contaminación lumínica, y uno de los mejores ejemplos es el parque del lago Clayton, en Nuevo México, donde los voluntarios se encargan de guiar a los curiosos entre clubes atronómicos y hasta laberintos marcados por pisadas de dinosaurios.
Observatorio del Teide (España)
Con 3.718 metros de altitud, el volcán Teide, en la isla canaria de Tenerife, es el pico más alto de España y uno de los lugares de turismo astronómico más potenciales de Europa.
Es un "techo" desde el que contemplar el famoso Fondo Cósmico de Microondas, uno de los fenómenos más antiguos del universo, que permite a los científicos identificar mejor el origen de objetos y partículas existentes en este telón nítido de tonos imposibles.
Northest Greenland National Park (Groenlandia)
¿Qué sería de un cielo nórdico sin las famosas auroras boreales? La propuesta que ofrece el parque nacional de Groenlandia, el más grande del mundo, nos asegura mantos de colores en un cielo de muchas posibilidades entre octubre y marzo, cuando los días de 24 horas de luz solar del verano sucumben a la bella oscuridad.
Un escenario cuya belleza virgen se deja acompañar por viejas leyendas locales que aseguran la existencia de un sonido místico cuando cae la noche, evocado por los espíritus atrapados en el cielo que tratan de comunicarse con los mortales.
Estos 5 cielos nocturnos más bellos del mundo pueden convencernos de la existencia de vida allá afuera, de las figuras tangibles que forman las estrellas pero, sobre todo, de la certeza de que en nuestro planeta aún quedan paraísos casi vírgenes desde los que contemplar el infinito.
¿En cuál de estos cielos te gustaría perderte?
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