Aunque cualquier viaje sea diferente al siguiente, todos tienes algo en común: la intención de que cada uno sea inolvidable.
Desde el destino hasta la gastronomía, pasando por el precio y las sorpresas en el camino, estas 11 claves para que un viaje sea perfecto deberían convertirse en tu principal Biblia viajera a releer antes (y durante) esa nueva aventura.
1. El destino que tú quieras
No te dejes influir por lo que dicen las noticias, ni tus padres, ni los propios miedos inspirados por una sociedad que encumbra a ciertos destinos y condena a otros.
Si te apetece viajar a un determinado país ¡házlo!, pues como bien descubrirás ningún lugar es tan peligroso como dicen ni otros tan seguros como creerías. Toma las precauciones que estimes oportunas y déjate llevar si no quieres arrepentirte más tarde.
2. Un vuelo económico
Aunque el precio del vuelo no dicta el disfrute de un viaje en sí mismo, sí es importante para ahorrar presupuesto y motivarnos aún más a embarcarnos cuanto antes.
Recuerda que, según los últimos análisis, el mejor día para hacerse con billetes económicos es el domingo, si bien la franja en la que los precios son más baratos corresponde a las siete semanas antes de embarcar.
Comparar durante días, activar alertas y hacer un seguimiento constante son obligados a la hora de hacernos con una ganga.
3. Buena salud
Puede que, aunque en un principio las desestimes, durante el viaje pagues las consecuencias de no haberte puesto las correspondientes vacunas del país al que viajas, de modo que hazlo y podrás moverte con la seguridad de ser inmune en un país desconocido.
Tomar remedios naturales para dormir bien, ingerir suero en caso de problemas estomacales o comer alimentos que te reporten energía durante ciertas etapas son otros necesarios consejos.
4. Transfer
Cuando llegamos a un destino, el jet-lag, el cambio horario y la desorientación pueden jugar en nuestra contra. Si, además, acabas de llegar a un país donde los taxistas del aeropuerto no tienen buena fama (India, Venezuela... ) lo mejor será contratar un transfer hacia tu hotel sabiendo que, al menos ese primer día en un destino diferente, puedes permitirte no pensar demasiado y descansar lo necesario.
Podría interesarte: Ventajas de contratar un transfer
5. Explora, no visites
Si te encuentras en la primera ciudad de tu recorrido, permítete adaptarte al medio mediante de la exploración, dejando atrás el estrés por visitarlo todo en tiempo récord.
Pasea por los bazares e inspira sus aromas, recorre un barrio antiguo y haz una parada para tomar un café, paga una entrada de cine para ver una película en otra lengua, consume comida callejera y cena un un parque mientras contemplas el atardecer.
6. El atractivo de lo impredecible
Aprende a desviarte del camino trazado en alguna ocasión. Deja atrás los miedos y déjate seducir por las pequeñas sorpresas que puedan surgir en el camino, siempre que la intuición te lo permita.
Acepta el té que te propone ese local con el que comenzaste a hablar, sal a cenar con los otros turistas de tu mismo hotel, alarga tu estancia unos días ayudando en ese voluntariado de una ciudad pobre, hazte ese tatuaje que nunca creíste lucir; pequeñas experiencias que sólo lo impredecible puede aportarnos.
7. Haz una visita guiada
Si prefieres guardar unos días para relajarte, la mejor manera de conocer las principales atracciones de una ciudad será contratando un tour que te permita descubrirlas todas de forma ordenada y rápida.
Realizar un city free tour es una de las mejores maneras de descubrir una nueva ciudad, hacer amistades y gastar tan sólo en el importe caritativo que sugieren algunas compañías.
8. Todos los lugares
Permite que tu ruta incluya todos los grandes highlights de la zona que vas a visitar. Si, en algún momento, desestimas uno de ellos te arrepentirás a la vuelta, comprobando que posiblemente te perdiste una visita esencial en tu itinerario.
Procura no abarcar un país entero, sino zonas o regiones concretas que te permitan moverte tranquilamente pero sin rechazar ninguna visita interesante.
9. No tomes tantas fotografías
Tomar fotografías no mejoran un viaje, pero sí el recuerdo. No obstante, obsesionarse con inmortalizar cada una de las atracciones turísticas, personas o detalles del viaje nos impiden disfrutar con libertad del mismo, ya que dividimos nuestra energía en captar la esencia de un destino que solo podremos apreciar mediante nuestra contemplación.
Sácale partido a tu nuevo iPhone, pero no te obsesiones.
10. Grandes coincidencias
Al igual que la soledad es necesaria durante un viaje, conocer gente también. Puede que te cruces con un interesante contacto laboral de cara al futuro, una persona con las mismas inquietudes, un local que pueda guiarte por lugares maravillosos o, incluso, esa persona especial que se convierta en tu amante, tu amigo con derechos, el mejor esbozo de un amor (im)posible y romántico una vez llegues al final del viaje.
viajar_te_cambia_para_siempre3.jpg
11. Animarse a viajar sola
Todos los ítems comentados desembocan en un único y poderoso consejo: viaja sola, al menos, durante la próxima ocasión. Viajando sola te permites gestionar tu propio tiempo, tus energías y, especialmente, aprender. La evolución durante un viaje emana de nuestros propios pasos, desde las nuevas amistades hasta los momentos de soledad, los cuales nos reportan sentimientos y sensaciones como la nostalgia, la seguridad y el (auto)descubrimiento.
Podría interesarte: 6 motivos por los que viajar sola es recomendable
Estos 11 consejos para que un viaje sea perfecto dependerán del destino, tu capacidad para dejarte sorprender y las precauciones pertinentes que te permitan disfrutar de ese nuevo lugar sin prejuicios, miedos ni inseguridades, dejándote llevar por las sorpresas que siempre son más valiosas en un viaje que en cualquier otra situación en la vida.
¿Qué es para ti esencial cuando viajas?