¿Estás pensando en divorciarte? Responde estas preguntas antes de tomar una decisión

Tener una relación de pareja no es fácil, es una tarea que requiere esfuerzo, tiempo y dedicación. En México, por cada 100 matrimonios 19 terminan en divorcio. Además, el porcentaje de parejas que deciden poner fin a su unión matrimonial crece cada año. 

Si tu matrimonio está atravesando por una crisis y has pensado en el divorcio como la única opción, te proponemos reflexionar con estas preguntas para saber si aún hay posibilidad de salvar la relación o efectivamente lo mejor es terminarla. Tómate unos minutos para leerlas con calma. Recuerda que esto no es un examen y no hay respuestas correctas o incorrectas, sólo es una forma de meditar sobre lo que está pasando en tu matrimonio y cómo afrontarlo.

#1 ¿Has dejando en claro qué es lo que te molesta de la relación?

La terapeuta de parejas Sherry Amatenstein explica que a veces las personas creemos que nos estamos comunicando, pero es posible que nuestra pareja no escuche lo que tratamos de decirle o lo entienda de una manera diferente. "Las investigaciones demuestran que las personas sólo escuchan entre el 30 y el 35% de lo que les dicen, porque mientras (nos hablan) estamos pensando: 'Esto es lo que le voy a decir al otro'", asegura la terapeuta.

Primero piensa bien qué es lo que te está molestando en tu relación y asegúrate de explicarlo de manera clara a tu pareja. De forma amable pídele que te escuche con atención, sin interrumpirte y sin estar pensando en cómo se defenderá de tus acusaciones. De igual manera, la otra persona tendrá su turno para expresar sus inquietudes y tú deberás escucharla atentamente.

#2 ¿Tú y tu cónyuge han dejado claras sus expectativas acerca del papel de cada uno en la relación?

Hope Adair comentó para The New York Times: "A veces el problema puede ser tan simple como no entender de qué manera espera tu pareja que te comportes. Es algo como: Esto es lo que los esposos o las esposas hacen, y tú no lo estás haciendo". Los roles y actividades que cada uno desempeñará deben depender sólo de ustedes y de los acuerdos que tomen como pareja, no de estereotipos ni suposiciones. 

#3 Si hubiera una manera de salvar tu matrimonio, ¿cuál sería?

Haz una lista de lo que consideras que puedes hacer para salvar tu matrimonio. Deben ser cosas reales, nada de imposibles, y que si bien implican un esfuerzo, no se transformen en una tortura. Pide a tu pareja que también haga su lista. Así, ambos se darán cuenta de que salvar la relación es asunto de los dos y sabrán si están dispuestos a hacerlo.

#4 ¿Realmente serías feliz sin tu pareja?

Es importante que esta pregunta te la hagas en un momento neutral, no después de una pelea ni tampoco en un momento de mucha alegría, pues la respuesta podría verse influenciada. La terapeuta Nancy Colier explicó para The New York Times: “Tienes que considerar con valentía y realismo si lo que estás obteniendo de la relación compensa lo que estás dejando. “Tal vez tu cónyuge ya no te interesa como pareja sexual tanto como te gustaría, pero quizá sus habilidades como padre o madre, su disposición a ayudar con las tareas diarias o el compañerismo pueden compensar lo negativo y hacer que el sacrificio valga la pena”.

#5 ¿Aún sientes amor?

Esta pregunta la debes tomar con especial cuidado, pues responder "sí" no significa que debas descartar automáticamente el divorcio. “Hay muchas razones por las que la gente decide que ya no puede seguir casada, pero nuestras emociones no tienen un interruptor de encendido/apagado”, aclara  Wendy Paris, escritora especializada en relaciones. “Buena parte del enojo que vemos en los divorcios surge del hecho de que todavía amamos a esa persona, y podemos sentirnos lastimados, faltos de amor recíproco o infravalorados”.

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#6 ¿Cuál es tu mayor miedo si se termina la relación?

El miedo a la soledad, a no encontrar otra pareja, a ser infelices por siempre o a morir solo, son algunos de los temores más frecuentes al terminar una relación. Identificar cuáles son tus miedos te ayudará a decidir si el divorcio es el mejor camino.

#7 ¿La posibilidad del divorcio está arruinando la imagen que tienes de ti mismo?

Algunas personas se sienten fracasadas con sólo pensar en el divorcio, pues tienen la sensación de que no se esforzaron lo suficiente. No te tortures con lo que hiciste o no hiciste, eso ya pasó. Mejor piensa en lo que puedes hacer ahora y en un futuro, tanto por ti como por la relación (ya sea continuarla o terminarla).

#8 Si tienen hijos, ¿cómo pueden manejar el divorcio para minimizar el impacto en ellos?

Recuerda que aunque el vínculo matrimonial se disuelva, siempre serán los padres de esos niños, así que deben pensar en qué harán para amortiguar el daño que el divorcio pueda causar en ellos. Esto no significa que deban seguir juntos por ellos, sin importar si ustedes son infelices; pero tampoco que los usen como "moneda de cambio" en el proceso de divorcio.

#9 ¿Estás preparado para las tensiones económicas que conlleva un divorcio?

Aunque aún no hayas tomado la decisión final, es importante que pienses en la cuestión económica y ahorres algo de dinero para hacer frente a los gastos que pudieran presentarse. De lo contrario, el factor económico podría precipitar o cambiar tu decisión sin meditarlo.

#10 ¿Estás listo para solucionar los detalles del día a día, aquellos de los que se hacía cargo tu cónyuge?

Generalmente nos preparamos para la ruptura a gran escala, pero olvidamos los detalles cotidianos, como quién acostumbra ir a las juntas escolares, quién va por el súper, quién realiza el pago de los servicios (no quién da el dinero, si no quién está al pendiente de las fechas), entre otras actividades. 

Toma en cuenta que, además de que tu estado de ánimo se verá afectado por la separación, tendrás que lidiar con estas tareas.

#11 ¿Cómo puedo hacer para no cometer los mismos errores en el futuro?

El problema no es el matrimonio como tal, son las personas. Ninguna relación acaba "porque sí", todas terminan por las acciones de la pareja, juntos y por separado. Al respecto, la psicóloga Erika Doukas explica: "Los cónyuges que son capaces de darse cuenta de su contribución a los problemas maritales en ocasiones pueden cambiar el rumbo y posiblemente salvar la relación o, si no es así, hacer que la próxima dure más tiempo".

Con información de The New York Times.

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