Continuando con los diferentes tipos de parto, hoy hablaremos del parto asistido y del parto en el agua. Les contaremos algunas de sus características y los casos en los que se pueden aplicar.
Parto asistido
Este tipo de parto consiste en la ayuda que los médicos nos tienen que proporcionar a la hora de dar a luz a nuestro bebé. Las herramientas que se utilizan son el fórceps y las ventosas que ayudan a que la cavidad uterina se abra un poco más para que el bebé pueda salir fácilmente.
Es necesario este método cuando tu bebé está sufriendo fatiga al encontrarse con el momento de la salida; si el bebé se encuentra en una mala posición dentro del útero, cuando la mamá está muy cansada y no puede seguir con la fuerza para las contracciones o cuando se encuentra una causa médica, sea dolor en el cuerpo de la mamá durante esta instancia. Para evitar algún tipo de dolor o molestia es recomendable aplicar algún tipo de anestesia.
Parto en el agua
Este método es usado por aquellas mamás que se atreven a vivir su parto de una manera diferente y más natural. Debido a que la postura es más favorable, a favor de la fuerza de gravedad, todo se da de una manera más fluida ya que el bebé suele empujar por su propio peso hacia abajo. También se recomienda que, aquellas mujeres que no logran una dilatación suficiente, se acerquen a este método, pues el agua caliente produce relajación en los músculos y esto favorece a un mejor estado de todo el organismo materno.
No sólo la madre se beneficia con un parto en el agua sino que el bebé, el cual está acostumbrado a ese medio líquido dentro del útero materno, también se siente muy a gusto cuando sale directo a ese medio cálido y suave que es el agua.