Jacqie Rivera se comió su propia placenta tras dar a luz: ¿realmente es recomendable?
En medio del confinamiento obligatorio para reducir los contagios de coronavirus (COVID-19) en Estados Unidos, Jacqie Rivera, hija de la fallecida cantante Jenni Rivera, dio luz a su cuarto hijo.
El pequeño lleva por nombre Julian Joy Campos, aunque en la familia le llamarán sencillamente JJ. Es el cuarto hijo que conforma la familia que tiene Jacqie con Michael Campos.
A través de su cuenta de Instagram, Jacqie ha sido muy abierta con sus seguidores, con quienes ha compartido fotos de su embarazo y del nacimiento de su hijo.
En sus historias, compartió otro dato que llamó demasiado la atención: decidió convertir la placenta de su embarazo en pastillas para ingerirlas.
Comentó que contrató a una empresa que se especializa en deshidratar placentas de mujeres embarazadas para después convertirlas en pastillas que toman las mujeres que acaban de dar a luz.
Jacqie Rivera se mostró muy emocionada y contenta de tomarlas, ya que aseguró que de esta manera “recibirá todas la vitaminas y nutrientes que le costaron a su cuerpo para formar la placenta”.
Ésta es una práctica relativamente común entre las madres llamada placentofagia. Algunas incluso, preparan su placenta de otras maneras, como en batidos o platillos.
Los argumentos generalizados para hacer este procedimiento, son que éste órgano aporta nutrientes, alivia el dolor postparto y aumenta el bienestar general de la madre, sin mencionar que muchos mamíferos lo hacen en la naturaleza diaria.
Sin embargo, en el ámbito médico hay un amplio debate acerca de si es realmente bueno comer la placenta o no para madres humanas.
En Estados Unidos, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) han sido claros: las madres deberían evitar esta práctica a toda costa.
Por otra parte, la entidad internacional Mayo Clinic destaca que la principal razón para evitar dicha práctica es que la placenta es un órgano lleno de bacterias y virus infecciosos. Además, los tratamientos para hacerla pastillas no aseguran que se le eliminarán dichas impurezas.
De hecho, los CDC detectaron en el 2017 un caso en el que un bebé enfermó debido a que su madre consumió pastillas de placenta.
La placenta de la madre en cuestión estaba infectada con la bacteria del estreptococo del grupo B, que puede ser mortal en bebés. Ella no lo sabía y consumió sus pastillas de manera regular mientras amamantaba a su recién nacido.
Cuando se enfermó, lo llevó al hospital y tras tratarlo, lo dieron de alta, pero a los pocos días regresó. La bacteria seguía en su entorno porque su madre seguía tomándolas y las transmitía por la leche con la que lo alimentaba.
Este caso hizo que los CDC lanzaran una advertencia a toda la población de Estados Unidos para que no caigan en estas prácticas.
Aunque Jacqie Rivera no mencionó si en su propio proceso esterilizó su placenta, se espera que su tratamiento actual no le traiga ninguna complicación al pequeño JJ.
Ve también: