¿Quieres saber algunas formas de hacer reír a tu bebé? Entonces, no hay nada mejor que seguir los consejos de otra madre. La risa es un alimento para el alma, lidera endorfinas, aleja el mal humor y significa un gasto de calorías. Es uno de los actos más bellos del mundo hacer reír a otra persona, más si ese es tu hijo. ¿Preparada?
Cómo lograr que tu bebé se ría
Una buena forma de hacer reír a tu bebé -y ponerse en forma al mismo tiempo- es hacer baules graciosos para él. Él tratará de imitarte, y terminarán los dos muertos de risa. Hacerle caras y movimientos con nuestra lengua también es una excelente y clásica opción, así como también lo son las suaves cosquillas.
El contacto físico es muy importante en un bebé para su correcto desarrollo. Por eso, una buena forma de hacer reír a tu bebé es mediante unos besos esquimales -esos que se dan nariz con nariz-. También los pequeños toques en su pancita, su carita o sus piernas con algún peluche o con nuestras manos les hará reír.
Las “pedorretas” españolas -el tomar aire en la boca y expulsarlo pegado, por ejemplo, a su ombligo- les encantará, y será un ritual entero de risas. Los besos ruidosos, especialmente en el cuello, son otro punto fácil de carcajadas.
En sí, casi cualquier juego con contacto físico, como “masticar sus dedos”, realizar un masaje en su espalda, susurrarle cosas al oído o el clásico “¿dónde está el bebé?” harán reír al niño.
Lo increíble de los niños es que cosas tan simples los hagan felices. Los estornudos o cuando nos sonamos la nariz -intenta hacer alguna cara exagerada- probablemente le causan mucha gracia a tu bebé. También el ruido que hacen los globos al desinflarse, ese pitido tan particular, o estrujar hojas de papel de aluminio son estímulos para que nuestro bebé ría sin parar.
Si tenemos mascotas, todos esos hechos graciosos que hacen -ir a buscar la pelota, sentarse con la cabeza torcida- harán soltar al pequeño más de una carcajada. Ponerse la parte trasera del chupete en la boca, e intentar que el niño agarre con su boca la otra parte, o para las mamás de cabello largo mover la cola de caballo de un lado hacia otro.
El juego del caballito era algo común en mi infancia: mis padres me sentaban en su falda, y las piernas imitaban el trote de un caballo, mientras me cantaban “ico ico caballito, que nos vamos a Belén...”. Me acuerdo que en ese entonces me causaba mucha gracia.
Otro juego muy divertido, aunque se debe tener especial cuidado, es acostarlo en la cama y hacer pequeños golpes con las manos de forma que él rebote en el colchón suavemente. Cuando el niño está empezando a gatear, podemos seguirlo diciendo “mamá/papá te va a atrapar”, de forma que causaremos en el niño entre risa y emoción por ir más ligero.
Pero sin duda alguna, una de las mejores formas de hacer reír a tu bebé es riéndote tú: ya sea una risa real, dulce o maléfica, estoy seguro de que nada le va a gustar más que ver a su mamá reír.