El parto en agua podría no ser tan seguro como crees y afectar los ojos de tu bebé

El embarazo es una experiencia llena de momentos importantes, pero el más esperado es el dar a luz. En los preparativos para la llegada del bebé, las madres se preguntan qué parto es mejor o cuál conviene más.
El parto natural y por cesárea son las opciones más comunes, pero el nacimiento por agua se ha convertido en una alternativa cada vez más populares en los últimos años.

Dar a luz en el agua
De acuerdo con una investigación publicada por la Asociación Americana de Pediatría, el parto en agua puede estar asociado con una disminución del dolor, mínimo uso de anestesia y menor duración del alumbramiento.
Dado que el bebé ha permanecido en el saco de líquido amniótico (fluido dentro del útero) durante nueve meses, el parto en un entorno similar será más suave para el pequeño y menos doloroso para la mamá, según la Asociación Americana del Embarazo.
Riesgos del parto en agua
Los partos en agua han aumentado en los últimos años; sin embargo, se han realizado pocos estudios sobre los riesgos de esta alternativa.
Uno de esos peligros es la contaminación e infección que puede existir durante el parto, debido a que es difícil mantener la bañera en condiciones asépticas.
El contacto de la piel de la mamá o la presencia de materia fecal puede dar lugar a un sinfín de bacterias en la piscina. Así lo explica la doctora Diana Cuenca en un artículo publicado en el portal Natalben, de Grupo Italfarmaco, laboratorio experto en salud de la mujer.
Las bacterias o virus puede causar conjuntivitis en los recién nacidos, así como obstrucción en el conducto lagrimal que puede desencadenar una infección.
Incluso las madres que no tengan síntomas al momento de dar a luz pueden ser portadoras de virus o bacterias, y transmitirlos al bebé durante el alumbramiento, según información de Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
Prevención
Para evitar cualquier daño y prevenir una infección, en la sala de parto se ponen gotas oftálmicas en los ojos del recién nacido.
En caso de que exista infección, los médicos deben tratar al bebé con antibióticos mediante gotas o pomada, vía oral o intravenosa. Todo dependerá de la gravedad de la afección, de acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
Una alternativa
El parto en agua es una alternativa que está tomando fuerza alrededor del mundo. No obstante, aún no hay suficientes investigaciones que analicen los riesgos a los que están expuestos los ojos de los bebés al nacer en el agua.
De acuerdo al portal Evidence Based Birth, no hay datos que indiquen diferencias entre los grupos de nacimientos acuáticos y de parto natural, por lo que la tasa de infección ocular en recién nacidos puede afectar de la misma manera sin importar la forma de dar a luz.
Si quieres tener un parto bajo el agua, es importante que elijas un lugar adecuado. Busca un sitio donde existan protocolos estrictos de limpieza y mantenimiento en las bañeras, así como un procedimiento de control de infecciones.
Esto te puede interesar: