Las luchas de poder existen en casi todos los ámbitos de la vida. Desde las luchas en el plano de la política, distintos partidos políticos pujando por imponer sus ideas, hasta en la misma naturaleza, donde machos de la misma especie disputan su lugar de líderes, que no es otra cosa que un lugar de poder.
En el hogar puede llegar a suceder lo mismo, porque aunque seamos ávidos defensores de la democracia, siempre soy de las que prefieren "las revoluciones a las pesadillas"; los pequeños diputados rebeldes, nuestros hijos, quieren imponer sus voluntades ante las disposiciones de los Primeros Ministros, que vendríamos a ser nosotros, los padres.
Pero aún los grandes desórdenes sociales han encontrado su cauce pacífico, por eso, si sientes que en tu casa las cosas se están saliendo del carril y tu hijo está tomando el control, es momento de reordenar el país, perdón, el hogar.
Conviértete en un estratega
Las luchas de poder que se entablan con nuestros hijos tienen que ver generalmente cuando se necesitan cumplir con las rutinas de la vida diaria, en los momentos que necesitamos que nuestros hijos más acaten los pedidos que les hacemos, como bañarse, ir a la cama a la hora estipulada, ayudar a poner la mesa para la cena, etc. Surgen entonces los tiras y aflojes, los que sí y los que no; porque es sabido que los niños siempre ponen a prueba los límites que les ponemos como padres.
Ante estos cuadros, observa la escena, busca la acción ante la reacción, y la primera acción que debes realizar es pensar, pensar en qué tipo de padre quieres ser.
Sé realista y enfócate
Ahora que ya te diste cuenta que las cosas se habían ido de control y que es necesario cambiar, piensa si es posible cambiar la situación sin enfrentarte a contínuos desafíos de tus hijos, y cómo vas a sobrellevar los obstáculos.
Busca opciones
Piensa en qué situaciones se establecen luchas de poder con tus hijos y cómo reaccionas en esos momentos; si sueles gritar, respira y nivela el volumen de tu voz. Como padres siempre tenemos opciones para tomar diferentes caminos para lograr el resultado deseado, ahí radica el verdadero poder de la paternidad. Si reaccionas de una manera diferente será una sorpresa para tus hijos y bajarán las defensas.
No hay nada que el amor y la empatía no puedan modificar; empieza con pequeños cambios, para que la energía vuelva a fluir de manera favorable en tu hogar.
Tal vez el secreto radique en que nuestros hijos no nos obedezcan "porque sí", "porque te lo digo yo", sino "porque necesito eso de tí" y "porque tu bienestar es lo primero para mí".
¿Cuántas veces sentiste que tus hijos tenían el control? Si es así, te invito a que descubras más información acerca de los límites y los hijos.