Cuando hablo de TND estoy haciendo referencia al Trastorno Negativista Desafiante. Tener en casa un hijo con TND no resulta nada fácil y es que este trastorno puede resultar muy complicado para convivir en el hogar porque tener en casa una actitud desafiante constante, la desobediencia, la hostilidad, las rabietas, la irritabilidad, la ira, el resentimiento, el rencor y la venganza, la agresividad, etc. hace sin duda que la tensión haga que la convivencia en armonía sea difícil, respirando en el hogar un malestar constante.
Por tanto... ¿Qué ocurre cuándo vivir en casa se vuelve imposible por las conductas del TND? ¿Qué puedes hacer cuando ves que la situación empieza a superarte?
No hay culpables
Primero, debes saber que no tienes que centrarte en tu hijo como si él fuera "el problema" porque además que no es así, sólo agravará la situación y te harán tener sentimientos negativos que perjudicarán tu mente y la convivencia. Tu hijo no es problema en absoluto, y tú y tu pareja, tampoco. No busquéis culpables a las situaciones de conflicto es mejor centrarse en buscar soluciones.
Buscar soluciones
Las soluciones deben ir centradas en mejorar el ambiente, en convivir en paz y dejar a un lado el ambiente tenso y poder sentirse mejor como la unidad familiar que sois.
Si en algún momento te sientes muy desbordado/a ante la situación familiar, no dudes en acudir a un profesional que pueda asesorarte. Pero desde aquí, te quiero acompañar e intentar ayudarte con estos pequeños consejos para aprender a convivir con un hijo con TND.
Establecer normas y límites en casa
Hay que establecer normas en casa para que la paz reine y haya armonía. No esperes resultados a la primera de cambio, pero es imprescindible que te mantengas firme y fuerte. Algunos consejos para tratar y convivir con un hijo con TND:
- No des órdenes a modo de pregunta, sé claro y conciso en ellas.
- Cuándo le des una orden díselo asegurándote que te mire a los ojos para saber que te está escuchando.
- Asegúrate que lo que pides se cumple, si le cuesta ayúdale a modo de guía, sin perder la paciencia.
- Establece el cumplimiento de las normas como un juego, si no cumple lo acordado deja claras las consecuencias de su comportamiento.
- Utilizar la estrategia de "tiempo fuera" cuando sea necesario para que piense lo ocurrido (emplear para "el tiempo fuera" los minutos sin sobrepasar la edad del niño, si son 5 años, serán como máximo 5 minutos). Cuando acabe el tiempo se tiene que hablar con el pequeño lo ocurrido, y si es necesario se repite la acción.
- Mantén la calma e ignora las conductas negativas. No muestres señales de enfado o la situación empeorará.
- Obliga a tu hijo a pedir disculpas siempre que haya hecho un mal físico o social (el perdón puede ser también escrito o en acción como pegar los trozos de un jarrón roto, por ejemplo).
- No justifiques tus decisiones, da respuestas claras y concisas ignorando las protestas.
- Debes ser constante y firme en las decisiones.
- Utiliza la técnica de los tres avisos, al tercero habrá una consecuencia, previamente pactada.
- Coopera con tu hijo, y muéstrale cariño. Recuerda que la autoridad no va desligado al cariño y al amor.
No prestarle atención cuando no corresponde
Tu hijo debe aprender a ser atendido cuando puedas y no sólo cuándo él exija. Por eso ignora comportamientos inadecuados y si sigue insistiendo utiliza el "disco rayado" para explicarle que le atenderás cuando acabes lo que estás haciendo (y luego hazlo). Después explícale cómo se debe intervenir de forma correcta para que en una segunda vez sepa cómo hacerlo. Asimismo, préstale atención cuando no te lo pida.
Muestra tu afecto cuando tenga conductas adecuadas y préstale atención para potenciar que se repitan las conductas deseadas. Así refuerzas las conductas positivas.
Además, es adecuado aprender técnicas del manejo de la ira y de potenciación de la empatía. También aprender técnicas de relajación es adecuado para fomentar el autocontrol. Educa a tu hijo en educación emocional.
Recuerda lo más importante, compartir tiempo con tu hijo haciendo cosas que os gusten a ambos. Compartir el tiempo con él es el mejor regalo que le puedes hacer.