Consejos para regañar a un hijo constructivamente
Educar a los hijos implica siempre que se tenga que regañar o reñir y decir que no en algunas ocasiones. Hay que corregir las actitudes que no son adecuadas a los niños para que piensen por sí mismos y que aprendan a diferenciar lo que es correcto de lo que no lo es. En esta entrega, te damos algunos consejos para regañar a un hijo constructivamente.
La educación en un hijo empieza desde el momento que nace y no hay que esperar a cuando ya tiene siete u ocho años, puesto que entonces costará mucho más corregir las conductas inadecuadas. Es por lo que resulta imprescindible ajustar las medidas a utilizar a la edad del pequeño ya que no hay que exigir nunca cosas que no van acorde a la edad madurativa del menor.
No le impongas
Reñir a tu hijo de forma constructiva es hacerlo aportando razones, motivos y explicaciones justificadas en lugar de utilizar el reproche o palabras hirientes que le puedan herir emocionalmente de forma innecesaria.
Cuando argumentes a tu hijo qué es lo que ocurre y cuáles serán las consecuencias, deberás hacerlo suave y tranquilamente, siempre apelando a la buena comunicación.
La reprimenda a un niño deberá servir para que el pequeño reflexione y para ello se debe dialogar con él, haciéndole preguntas y confiando en su entendimiento.

Y hay aspectos que son imprescindibles tener en cuenta, y es que por muy enfadado que esté jamás hay que negarle un abrazo o un beso a un hijo, por ejemplo.
Si se le negara algo tan importante se sentiría rechazado, y el amor incondicional hacia un hijo no es incompatible con la firmeza de las consecuencias o castigos. La cercanía emocional debe ser siempre el objetivo prioritario en la relación con los hijos.
Responsabilidades por ambas partes
Tanto si eres madre como si eres padre, ambos son progenitores y por tanto los dos tienen el rol de corregir a los hijos, ya que de lo contrario los pequeños asociarían una figura en diversión y la otra como la autoridad.
Esto es contraproducente porque los pequeños pensarían que en casa hay "un poli bueno y un poli malo" afectando en la afectividad. Es mejor que ambos vayáis en el mismo camino.
Es importante que ambos como padres nunca se lleven la contraria o discutan delante de los hijos.
El regaño a un hijo debe ir orientado a explicarle que no puede hacer todo lo que quiera porque también tiene obligaciones. Todo esto requiere que cumpla normas y debe saber cuáles son para así tener consciencia de lo que se espera de él.