¿Cómo terminar con un mal comportamiento del niño? A veces no es fácil ponerse autoritario -un poco, sin necesidad de pasarse- y saber manejar la ira del momento. Pero sin duda alguna, esta es la mejor forma de que el niño deje de comportarse mal, especialmente si es muy pequeño.
Aprender a ser firme
Primero que nada, debemos aprender que la mejor forma de luchar contra el mal comportamiento de nuestro hijo pequeño no es una batalla, y que si lo encaramos por ese lado, probablemente acabemos luchando todo el día sin solucionar realmente nada.
Lo mejor que puedes hacer es crear una lista de aquellos malos comportamientos que te parecen más graves -deben ser pocos-, ya sea porque son peligrosos, poco cívicos o simplemente demasiado extraños y vergonzosos. Para esos debes establecer reglas claras y lógicas consecuencias. Para conductas menos serias, podemos desarrollar una política común u ocuparse de cada caso en concreto según el contexto.
Se debe poner en práctica la prevención mediante el conocimiento de nuestro propio hijo y sus actitudes pasadas. De esta forma, nos anteponemos a malos comportamientos que se suelen repetir. Además, planea las tareas para el momento en que el pequeño esté de mejor humor, ten a mano cosas para entretenerlo y prepara al niño para lo que va a suceder.
¿Cómo me comporto con mi hijo?
En primer lugar, mantén la calma. Si no puedes evitar un mal comportamiento, no funcionará en nada que te alteres, lo ideal es que te mantengas calmado y positivo, y apeles a sugerencias en vez de a órdenes o críticas. Pasa todas las oraciones que comienzan por “Tú” y “Yo”. En vez de “No me gusta cuando no compartes tus juguetes con tus hermanos” es mejor un “Me gusta cuando se comparten los juguetes entre hermanos”.
Además, debes escuchar a tus hijos, ellos se comportan mejor cuando se sienten atendidos. Si explicas las cosas de manera lógica y atiendes a las necesidades de tu pequeño tendrás menos posibilidades de que se comporten mal. Explicarle las reglas los ayudará a entender por qué deben comportarse de una forma u otra.
Si tu hijo no deja de comportarse mal, en general lo hace porque sabe que así tiene control sobre ti. Por eso, lo mejor es ofrecer diferentes opciones, que sean claras, limitadas y beneficiosas. Enséñale al pequeño las mejores formas de expresar sus sentimientos.
Si nada de esto funciona, planea un tiempo nulo, en el que el niño debe estar quieto y reflexionando lo que ha hecho mal.
También es importante que sepas admitir tus propios errores y pedir disculpas a tus hijos. Así, no solo te estarás comportando como es correcto, sino que también estarás enseñando al pequeño una buena actitud.
¿Sabes cómo poner fin a un mal comportamiento? No te preocupes, es normal que los pequeños se comporten mal, están descubriendo un nuevo mundo y quieren experimentar todo. Con unas pocas reglas y manteniendo la calma cambiarás la situación.