Muchas veces la rivalidad entre hermanos es un campo minado para las mamás. Sin embargo, a veces es más difícil tratar de lidiar con la rivalidad entre medios hermanos.
Tratar de mantener una relación de niños que no se conocen entre sí, y si encima viven bajo un mismo techo, puede elevar el nivel de tensión de una forma insoportable cuando se está en el proceso de tratar de mezclar las familias con una nueva pareja.
Las relaciones muchas veces tienen tantas dificultades y de tan diversas índoles, que no se sabe qué solución darles. Por ello aquí en EntrePadres te traemos consejos para ayudar a integrar a los hermanastros.
Consejos para mezclar las familias
Es muy importante tratar estos temas cuando son más jóvenes, pues a medida que los chicos crecen es más difícil conseguir el control de nuevo. Lo mejor es conseguir apoyo, porque el potencial de emociones que surgen son tantas que hay que buscar consejos de libros o de consejeros profesionales.
Aquí algunos:
- Ser objetivo y realista para buscar soluciones adecuadas en el relacionamiento de los niños.
- Establecer reglas en la casa desde el principio.
- Celebrar una reunión familiar para fijar las normas de la casa entre los nuevos hermanos, donde todos tengan la oportunidad de hablar y luego seguir adelante.
- Dar el espacio para que los mismos niños resuelvan los problemas.
A veces la mejor manera de lidiar con la rivalidad entre hermanos es dejar que los niños lo resuelvan por su cuenta y no llamar demasiado la atención a sus luchas.
La única forma de involucrarse es cuando se hablan malas palabras o se lastiman físicamente. Cuanto más se deja que ellos resuelvan sus diferencias, van a aprender a lidiar con los problemas por ellos mismos.
Se debe enseñar el respeto por las posesiones de cada uno y es muy importante permitir que los hermanastros se les permitan tener y proteger sus posesiones personales. Aunque no se tengan habitaciones separadas, los niños deben tener un grado de independencia.
Familias ensambladas

Es natural para los chicos sentir un poco de angustia cuando sus circunstancias cambian y de repente tienen que enfrentarse a los nuevos hermanos que están compitiendo por la atención de sus padres. Por ello, puede tomar un buen tiempo para las cosas calmarse. Generalmente la integración entre hermanastros puede tardar hasta tres años cuando las familias mezcladas se acercan emocionalmente y todos se instalen totalmente.
Esto es de esperarse; sólo porque se está teniendo estos problemas no hace a la familia anormal o malos padres. Incluso los hermanos que no están en las familias mezcladas pueden pasar por las etapas de lucha.
¿Tienes una familia ensamblada? Cuéntanos tu experiencia.