Si tu hijo es de los que te habla y hace preguntas justo en el momento en el que estamos hablando por teléfono, o cuando estamos teniendo una conversación con otra persona, entonces puede estar tomando el hábito de interrumpir. Hábito que puede cambiar si tomamos medidas al respecto.
Generalmente cuando nuestro hijo comienza a hablar fuerte o cuando requiere de la mayor parte del tiempo de nuestra atención, es porque le hemos demostrado voluntaria o involuntariamente que siempre estamos disponibles para ellos y que lo que ellos quieren es la prioridad, generando esto que nuestro hijo tenga por costumbre interrumpirnos.
¿Qué hacer si mi hijo interrumpe?
Si bien es cierto que ellos son lo más importante para nosotros, es necesario enseñarles que hay tiempo para todo y que no siempre nuestro tiempo debe y puede ser para ellos, porque también necesitamos un tiempo para nosotros.
Asimismo, es importante que entiendan que lo que ellos quieren decirnos o preguntarnos en ocasiones puede esperar a que terminemos lo que estemos haciendo, sea atendiendo una llamada telefónica o teniendo una conversación.
Enseñar con el ejemplo
Si nuestro hijo ve que cuando interrumpimos una conversación ofrecemos disculpas, si es que la ocasión amerita, él o ella entenderá no solo que son buenos modales, sino que hay momentos en los que se puede interrumpir y otros en los que no se debe.
Otra forma de enseñarles es avisándole que vamos a realizar una llamada importante, que nuestra atención volverá a estar con él o ella en cuando hayamos dejado la conversación.
Escúchame, que yo te escucharé
Otra de las razones por las cuales nuestro hijo interrumpe puede ser porque no se siente escuchado y necesita llamar tu atención, por lo que en estos casos es fundamental, que se sienta escuchado y que entienda que es importante tanto que nos escuche, como que otra persona, que puede ser con la que estamos hablando, también necesita de nuestra atención.
Para tener una buena comunicación hay que saber escuchar y encontrar el momento adecuado para hablar, esto no solo ayudará a que tengamos una buena relación con nuestro hijo, sino que él o ella en un futuro tenga un buen desarrollo personal y social.