Cómo evitar el dolor en los hijos tras un divorcio
Romper con la pareja es algo extremadamente doloroso, pero también es difícil para los niños en caso de que existan hijos en común. Los niños también pasan por la etapa del duelo porque, aunque sus padres siguen siendo sus padres, la relación familiar ya no es la misma que antes, se rompe la estabilidad, las rutinas y la forma de vivir que se tenía hasta el momento.
A muchos niños se les generan heridas emocionales difíciles de cicatrizar a causa de la guerra adulta que se crea entre los dos progenitores; sin embargo, esas heridas no se debieran ocasionar, siendo los padres los responsables de que así sea.
Buena comunicación
La buena comunicación debe existir entre los padres, aunque si no es posible entablar una conversación decente a causa de las heridas emocionales de ambos, habrá que buscar otras vías de comunicación. La educación y crianza de los hijos es un tema que siempre unirá y tendrán en común los padres, aunque no tengan otro tema de conversación. Si no es posible mantener el buen diálogo en persona por lo menos se debe intentar tenerlo a través de otras vías, como la telefónica e incluso los mensajes de texto.
Lo que hay que evitar es utilizar a los hijos como mediadores a quienes se les pide que envíen mensajes a su otro progenitor o se le cuentan los problemas que los adultos no están pudiendo resolver. Los niños deben ser siempre hijos, nunca se les deberá atribuir otro rol que no sea ese. Además, es muy importante que nunca se diga nada malo del otro progenitor en presencia del los hijos.
Pedir perdón siempre que sea necesario
Durante el divorcio, y en algunos momentos de nervios o estrés, se pueden decir o hacer cosas de las que después los padres se pueden arrepentir. Por ese motivo resulta importante medir las palabras que se dicen en presencia de los niños.
Si en algún momento se cree haber cometido un error con los hijos, nunca será demasiado tarde para reconocerlo y enmendarlo. Pedir perdón, explicar lo que se ha hecho y mal, y comprometerse a cambiar, es importante para no generar heridas emocionales en los hijos cuando se atraviesa un divorcio.
Atravesar un divorcio no es fácil, pero ello no es excusa para no intentar tener una buena comunicación con el excónyuge por el bien de los hijos. Una buena relación facilitará las cosas para ambas partes, y para los hijos también.