conducta del niño

Cómo disciplinar a tu hijo sin sentirte culpable

12 May 2015 – 10:00 AM EDT
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El sentimiento de culpabilidad, el sentir pena al ver a tu niño enfadado contigo, puede hacer que no disciplines bien a tu hijo. Los niños necesitan disciplina para aprender, pero si tú no la ejerces, no podrás guiar a tu hijo en el camino del aprendizaje.

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Los sentimientos de culpa son inherentes a la maternidad / paternidad, pero debes tener la confianza suficiente de que lo estás haciendo por el bien de tu hijo. Al ejercer disciplina le estás ayudando a aprender a comportarse y a entender que no todo es bueno, ni tampoco todo es malo.

Si te centras en que al ejercer disciplina sólo lo haces por el bien de tu hijo, entonces los sentimientos de culpabilidad que te incomodan simplemente se marcharán.

Estable normas y límites

Es muy importante que definas normas y límites que deben cumplirse para que tu hijo aprenda qué comportamientos son los aceptables, y qué se espera de él. Decir “no” a tu pequeño cuando está teniendo un comportamiento negativo es algo que le ayudará a entender que no es algo que se deba tolerar. Además, esto te evitará mayores problemas en el futuro cuando tu hijo sea un adolescente.

Es importante que seas coherente al disciplinar a tu hijo. No lo regañes por tirar al suelo algo mientras juega, pero no ignores el comportamiento si ha hecho algo intencional. Tu hijo debe saber qué esperas de él en todo momento, sólo así podrá actuar en consecuencia.

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Sé coherente 

Los niños necesitan saber que confías en ellos para hacer las cosas bien, pero también respeto y mucho amor. 

Si tu hijo lanza un juguete a tu mascota y tú miras hacia otro lado, tu hijo pensará que es un comportamiento aceptado y seguirá haciéndolo. En cambio, si le corrige y le dices qué esperas de él, es probable que no lo vuelva a hacer. Puedes decirle cosas como: “Oye, no deberías hacer eso, no se tiran las cosas al perro porque le duele”.

Tu hijo puede ser dos cosas:  tan obediente como se espera o tan desafiante como se le permite.

En definitiva, debes aplicar disciplina pero muchas veces ser flexible ante las normas y los límites, es una forma inmejorable de educar sin sentimientos de culpabilidad.

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