En estas últimas semanas os he ido hablando sobre el síndrome de Asperger, un síndrome más común de lo que nos pensamos en nuestra sociedad. Pero no quería pasar la oportunidad de hablaros un poquito más sobre el tema, sobre todo para aquellos papás y mamás que tienen en casa un hijo diagnosticado con Asperger. Porque siempre queremos ayudar a nuestros hijos y hacer que se desarrollen plenamente dentro de sus posibilidades para que puedan integrarse en nuestra sociedad y puedan valerse por sí solos. Sea cual sea las características de los hijos, hay que al menos, intentar que alcancen el máximo de su potencial.
Es por eso, si tu hijo está diagnosticado con el síndrome de Asperger, puede que en el momento del diagnostico las primeras sensaciones fuera de negación, e incluso puede que te produjeran malestar. Pero como ante cualquier otro trastorno se debe ser consciente de qué trata y aceptarlo desde el principio para poder ayudar y estar al lado de forma positiva del hijo que lo padece. Estar nosotros bien como padres ante el trastorno es primordial para poder ayudar a desarrollarse en plenitud. Pero, ¿Cómo poder ayudar a mi hijo con síndrome de Asperger?
Busca orientación
Debes buscar información sobre este trastorno antes que nada para poder entender de qué trata. Para poder ayudar a tu hijo primero debes entender qué es lo que le ocurre. Es por ello que pedir ayuda a profesionales para que te orienten a ti antes que a tu hijo es muy importante. Además, establecer una coordinación de actuaciones en casa con todo lo que te comente el profesional te hará sentir seguro ante el síndrome de Asperger y no te sentirás tan perdido.
En casa
Acude a un especialista para que te enseñe técnicas de movilidad para poder poner en práctica en casa. Valora la posibilidad de completar estas técnicas con un fisioterapeuta para mejorar sus habilidades motoras.
Establece unas rutinas que sean predecibles en casa y le ayuden a tu hijo a sentir seguridad y a realizar las tareas que se esperan de él. Hazlo en todas las partes del día. Esto también te ayudará también a ti para sentir seguridad.
Establece normas en casa
Es aconsejable que lo hagas de forma visual para que pueda memorizarlas y poner imágenes en las palabras. Una forma es hacerlo en un mural con dibujos, por ejemplo. Hazlo para que se entienda de forma concreta lo que se espera de él (por ejemplo:"pon las manos encima de la mesa" lo entendería mucho mejor que "no des golpes" así entenderá qué se espera de él). Además, el poder tenerlo en un mural hará que sea un punto de referencia en los momentos que se necesiten.
Para aprender las normas, debes intentar por todos los medios que lo aprenda de forma positiva, evitando los reproches o los castigos, que además de crueles no sirven para nada y sólo os frustraréis ambos. Además alaba aquello que haga bien.
Ayudar en el ámbito social
Invita a los compañeros de escuela de tu hijo a casa para que jueguen. Ayuda a que lo hagan (siempre desde el segundo plano). Escoge siempre a niños que tengan los mismos intereses que tu hijo y con una personalidad tolerante, para facilitar así una comunicación entre ellos.
Acude con tu hijo a grupos de habilidades sociales para mejorar su comunicación interpersonal. Ayúdale a que se comunique, a que sepa qué decir y cómo hacerlo. Explica por qué algunas conductas son inapropiadas, cuál sería la forma correcta y por qué.
Otros consejos a tener en cuenta
- Establece un buen vínculo con todos los profesionales que atienden a tu hijo y trabaja de forma conjunta con ellos para establecer unas rutinas de trabajo de forma conjunta y coordinadas.
- Limita sus preguntas repetitivas sobre los áreas de interés de tu hijo únicamente a una parte del día y cómo parte de su rutina para evitar así las obsesiones.
- Intenta ampliar la gama de intereses de tu pequeño. Por ejemplo si le gustan los coches, intenta que enfoque su interés también por los camiones, los autobuses, las motocicletas, las carreteras, etc.
- No exijas a tu hijo más de lo que pueda hacer. Recuerda que su concentración es limitada y es mejor hacer pocas cosas y bien que muchas que le desconcentren y le frustren por no acabarlas.
Con el cariño que debes transmitir a tu hijo como padre, con una educación y valores adecuados, un buen entorno que le ayude a potenciar sus capacidades al máximo entre otros aspectos comentados anteriormente, la persona con síndrome de Asperger puede tener una vida adulta totalmente normalizada.