
Si para una pareja resulta complicado aceptar que la relación fracasó y se generan miedos por el porvenir tras el divorcio, ¡imagina cuánto lo es para los niños! Los niños no entienden qué pasó para que sus padres tomen la decisión de divorciarse, y mucho menos los cambios que conlleva tal decisión, tales como diferentes rutinas y estilos de vida. Por eso, será tu deber y el de ahora expareja, hacer entender a sus hijos los cambios que implica un divorcio.
El bien de los hijos
Antes de nada, resulta imprescindible que tanto tú como tu ex acuerden las cosas antes de hablar con los hijos. Los niños deben ver que ustedes actúan con coherencia y como un equipo, porque aunque ya no exista amor entre ustedes que les permita seguir siendo una pareja, siguen siendo sus padres. Por este motivo, tienen que llegar a acuerdos pensando siempre en el bien de sus hijos, dejando a un lado sus intereses propios.
Aunque quieras olvidarte de tu ex para siempre, simplemente no puedes, ni tampoco debes. Tu ex, es y será siempre el padre de tus hijos, y sólo por el amor que se tuvieron en su tiempo como para tener hijos, debes respetarlo y permitir que tus hijos sientan ese respeto a su padre.
Es muy importante que el divorcio no sea un tema tabú. Es decir, los niños (dependiendo de la edad que tengan) deben saber unas u otras cosas, pero si el divorcio es inminente, lo que está claro es que los niños tendrán que saberlo desde el minuto cero. Hay quienes opinan que es mejor ocultarlo, pero a la larga, los niños se enterarán y sabrán lo que ocurre en realidad. Deja hagan todas las preguntas que quieran, pero sobre todo, contéstales con toda la sinceridad y honestidad que se merecen.

¿Qué pasará después?
Para que los niños no se sientan desubicados, resulta imprescindible que tanto tú como tu ex, tengan muy claro qué es lo que pasará después del divorcio. ¿Con quién pasarán el tiempo los niños?, ¿Cambiarán sus rutinas? ¿Qué pasará en las vacaciones y en los días de fiesta?
Así mismo, te aconsejo que a los niños no les cambies demasiado las rutinas para que dentro de todo sufran los cambios mínimos necesarios.
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