No siempre es fácil alimentarse cuando uno vive solo. Veamos pues algunos consejos para conciliar placer, equilibrio y salud cuando se es estudiante: aquí te presentamos algunos tips de alimentación para jóvenes universitarios.
Las necesidades nutricionales de un estudiante
Como podemos estar estudiando en diferentes etapas de nuestra vida, debemos tener en cuenta si el crecimiento del cuerpo está finalizado. Si es así, las necesidades nutricionales corresponden con las de un adulto (2400 calorías/día para los hombres, 1800 para las mujeres).
En cambio, si aún está en fase de cambio, las necesidades son mayores. También hay que tener en cuenta que tenemos que aumentar el consumo calórico si realizamos una actividad deportiva.
El reparto de las necesidades nutricionales
Independientemente de dónde se tomen, de tres a cuatro comidas al día son necesarios al organismo –concretamente al cerebro– para funcionar. Ayunar o picotear es contraproducente para el cuerpo.
Toda jornada debe comenzar por un desayuno con una bebida caliente, un lácteo, fruta y cereales. La comida y la cena deben contener una fuente de proteínas (carne, pescado, huevo), verduras, féculas, lácteos y frutas. En cuanto a la merienda, ayuda a seguir estudiando por la tarde: galletas y yogur, pan con mermelada, frutos secos...
Comer equilibrado fuera de casa
Lo ideal es elegir el restaurante universitario. Por un coste módico se puede hacer una comida equilibrada, a condición de pretenderlo así.
Como entrada, conviene dar prioridad a los entremeses para consumir las vitaminas y fibras necesarias. Luego, un trozo de carne o de pescado con la verdura y algo de féculas. Finalmente, una fruta (cocida preferentemente, porque es más digestiva) y un lácteo. Todo es cuestión de elección: esta comida equivale a 700 calorías aproximadamente.
¿Y la comida rápida?
Debemos evitarlo: hamburguesas, pizzas, paninis, quiches, kebabs... son alimentos grasos y nutritivamente poco interesantes. Una vez por semana, a lo sumo, se puede comer algo de esto. Lo ideal es comprar un sándwich básico (jamón, pollo, atún, verdura cruda a base de pan especial), una quiche de verduras o unos sushis, y completarlo con una ración de tomates cherry, un yogur y una manzana. También se puede preparar esto en fiambrera y llevarlo a la Universidad para comerlo en las horas libres.
Comer en casa sin presupuesto, ni sitio, ni material
Hay que poner el acento en los ingredientes básicos, puesto que todo lo que es transformado es más caro y menos sano. Lo ideal son las conservas de pescado, las verduras al natural, los huevos, el arroz y la pasta, las compotas sin azúcar añadido, el jamón al vacío, y los lácteos naturales.
¿Te han sido de utilidad estos tips para comer mejor en la Universidad? Si tienes alguna otra idea para una dieta saludable durante este período complicado de la vida, no dudes en contarnos tu experiencia.
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