Es típico: te decides a disfrutar de una buena lectura, pero el sueño te sorprende antes de tiempo y te terminas durmiendo con la luz prendida. Ahora bien, gastar dinero innecesariamente no es la única desventaja de esta situación. De hecho, ha otras razones para no dormir con la luz encendida, ¿sabías?
Estudio
Una investigación reciente realizada en Corea del Sur, y publicada en la revista Sleep Medicine, se centró en analizar las desventajas de dormir con la luz encendida. Para ello, se estudió a diez personas con patrones de sueño normales. Se las sometió a una polisomnografía, es decir, se monitoreó sus procesos corporales mientras dormían. La investigación se realizó en dos sesiones; en la primera se los invitó a descansar con la luz encendida y en la segunda, en la total oscuridad.
Resultados
Los resultados fueron de(s)veladores. Cuando los sujetos de estudio durmieron con la luz encendida, su sueño fue menos profundo y sus desvelos, más frecuentes. Pero, esto no es todo. Los hallazgos de este estudio no son sino el complemento de descubrimientos pasados. En este sentido, estudios realizados por la Universidad de Harvard ya habían sugerido que la luz artificial antes de dormir activaba las neuronas promotoras de la vigilia y dormía, vaya ironía, a aquellas asociadas con el sueño. Toda esta información nos lleva a concluir, en definitiva, que la presencia de luz antes y durante el descanso agudiza los problemas de insomnio y obstaculiza el buen descanso.
Así que, antes de acostarte apaga la luz. Corre las cortinas y sumérgete en los increíbles beneficios de la oscuridad. Al fin podrás dejarte vencer por un sueño reparador. ¡Dulces sueños!