Cuando vais a la cama, es importante cambiar el mal hábito de comprobar los emails y los mensajes del teléfono, y decantarse por un buen libro de papel antes que estimular el cerebro. ¿Cuántas veces por mes tenéis problemas para encontrar el sueño? ¿El insomnio es recurrente en vuestra vida? ¿Comenzáis a sentir cansancio durante el día por culpa de una falta de sueño? Si tal es vuestro caso, debéis comenzar a tomar ciertas medidas.
Un sueño profundo y reparador nos ofrece una buena calidad de vida y la energía suficiente para poder hacer frente a las actividades cotidianas. Sin embargo, a veces, cometemos errores que excitan el cerebro y el organismo, e impiden dormir bien durante la noche. Hoy os invitamos a descubrir estos malos hábitos que provocan insomnio.
Necesidad de dormir
El insomnio es un fenómeno muy común que no conviene descuidar. Para comprenderlo mejor, vamos a dar un ejemplo sencillo. Llegáis tarde después del trabajo a casa, y tenéis una cantidad de cosas por hacer. Se trata normalmente de cosas que no se han podido hacer la víspera. Cuando habéis terminado de efectuar todas las tareas, os dais cuenta de que es tarde.
Entonces os vais a la cama, cerráis los ojos mientras que verbalizáis interiormente pensamientos de este tipo: “debo dormirme ahora porque si no, no podré descansar lo suficiente y estaré cansado mañana”.
En esta situación, es el efecto inverso el que se produce, porque os mantenéis despiertos durante más tiempo. El cerebro necesita desconectar y relajarse al menos dos horas antes de dormir. Si focalizamos nuestra atención sobre una sola cosa y de manera obsesiva, elevamos el estrés y no conseguimos relajarnos.
La solución está en intentar no hacer nada que pueda provocar ansiedad antes de irse a la cama. Conviene terminar las tareas dos horas antes de meterse en la cama y llevar un libro, de forma a distraer el espíritu, para que el sueño llegue poco a poco.
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Horarios erróneos
El cuerpo necesita hábitos cotidianos, y reglas que permitan regular sus funciones básicas, como alimentación y ciclos de sueño. Esto significa que no podéis acostaros hoy a las 22h, y mañana a las 24h. Se trata de respetar unas reglas y mantener unos horarios estables.
Lo ideal es cenar dos horas antes de irse a la cama, para que el organismo tenga el tiempo necesario para realizar la digestión. Después, se debe ofrecer descanso al cerebro y relajar los músculos con una ducha caliente. La hora ideal para irse a dormir es siempre entre las 22'30 h y las 23h, y por supuesto, no debéis acostaros tarde más que una o dos veces en semana.
Los equipos electrónicos
Es muy común mirar los mails, echar un ojo a las redes sociales, enviar un mensaje o ver una película en la televisión. Sin embargo, conviene saber que las pantallas de los dispositivos electrónicos excitan el cerebro a través de las ondas electromagnéticas.
La televisión no aporta tanto problema como el teléfono móvil, una tableta o un ordenador, porque generalmente, existe una distancia más sana, y la vista no se ve tan estimulada. Sin embargo, lo mejor es apagar los aparatos electrónicos, tomar un libro de papel si queremos realmente evitar el insomnio y mantener un cierto equilibrio.
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