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Dormir, una técnica para aprender mejor

21 Ago 2014 – 02:54 PM EDT

La próxima vez que tu hijo te diga que terminó de estudiar, mándalo a tomar una siesta. No, no se trata de un descanso o un premio por su trabajo, sino de una técnica de aprendizaje científicamente comprobada.

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¿Por qué? Dormir después de aprender algo propicia el crecimiento de las espinas dendríticas, unas protuberancias minúsculas que conectan las células cerebrales y facilitan el paso de información a través de la sinapsis (la unión entre neuronas), de acuerdo con un estudio realizado por investigadores del Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York y publicado en junio en la revista Science.

Y más importante aún, la actividad de las células cerebrales mientras duermes después de aprender algo es fundamental para el crecimiento de dichas espinas.

En palabras más simples: dormir fortalece nuestros recuerdos.

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“Estamos demostrando cómo el sueño ayuda a las neuronas a formar conexiones específicas en las espinas dendríticas, que facilitan la memoria a largo plazo”, explica el doctor Wen Biao Gan, profesor de neurociencia y psicología que participó en la investigación.

“Ahora sabemos que cuando aprendemos algo nuevo, crecen nuevas conexiones en las neuronas, en una rama específica”.

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El experimento sobre dormir después de aprender

¿Has escuchado hablar del sueño de ondas lentas? Es la etapa de tu sueño cuando las ondas de tu cerebro se relajan, mientras que el sueño y el movimiento del ojo rápido se detienen. Durante esta fase, las células cerebrales activadas cuando estabas aprendiendo repasan lo sucedido y aparentemente este estudio explica lo que pasa a nivel microscópico.

Con el fin de encontrar y comprender ese proceso, los científicos experimentaron con ratones modificados genéticamente para generar proteína fluorescente en sus neuronas.

Primero siguieron el crecimiento de las espinas dendríticas antes y después de que estos animales aprendieran a equilibrarse en una rueda.

Tras documentar que las espinas crecían tras seis horas de entrenamiento, los investigadores estudiaron cómo el sueño afectaba dicho aprendizaje. Para ello entrenaron a dos grupos de ratones: un grupo pasó una hora en la rueda y durmió siete horas; el segundo también entrenó durante una hora pero no durmió.

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Los ratones que no durmieron tuvieron menos crecimiento de sus espinas dendríticas que los que sí descansaron.

Ya sabes que dormir es muy importante para tu salud mental y física, pero ahora tienes pruebas de cómo influye en tu aprendizaje y puedes usarla para este regreso a clases.

¿Qué otras técnicas tienes para aprender mejor?

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