La nariz es el filtro que tiene el cuerpo humano para defenderse de agentes infecciosos, a la vez de ser sensor de aromas capaces de despertar todo tipo de emociones. Las fosas nasales y los senos paranasales están recubiertos de una membrana mucosa capaz de segregar moco y de hacerlo desplazar.
Las fosas nasales se comunican con los senos para nasales, formando un conjunto anatómico con la función principal de acondicionar el aire inspirado y permitir la olfación. Sonarse la nariz es necesario para eliminar el exceso de moco que tapona las fosas nasales, pues al hacerlo se respira y se habla mejor.
De acuerdo a las consideraciones del doctor argentino Jorge Pamplona Roger, es necesario adoptar ciertas precauciones al sonarse la nariz, a fin de evitar daños en los oídos o contaminarse con otros gérmenes infecciosos.
Hay que evitar sonarse fuerte, porque la presión elevada que se produce al sonarse de esa manera, especialmente cuando se tapa uno de los orificios nasales, puede causar daño en la nariz y en el oído. Por otra parte, en caso de sinusitis resulta muy inconveniente, porque la presión elevada hace que el moco pase al interior de los senos paranasales.
Primero es necesario tomar un pañuelo de papel y sujetarlo con las dos manos. Soplar suavemente, tapando solo uno de los orificios nasales a la vez, pues al taparse los dos aumenta la presión en la nariz y se puede lesionar el oído. Extraer el moco de cada fosa nasal con otro pañuelo limpio y desecharlo, para finalizar lavándose las manos con agua y jabón.