Cuando de eludir la actividad física se trata, tú eres una verdadera experta; la "Dra. Excusa" te dicen. Eres tan pero tan buena en el arte de engañar a los demás, que has terminado en convencerte a ti misma de tus propias mentiras. Pero, ya es hora de que enfrentes la realidad: sea como sea, debes hacer ejercicio. ¿Necesitas algo de ayuda? Nosotras te enseñaremos cómo sobreponerse a las excusas más populares.
#1 "Estoy muy cansada"
Trabajas todo el día y cuando llegas a casa lo último que se te ocurre es hacer ejercicio. Pero, si en verdad deseas incursionar en el mundo de la actividad física, tendrás que cambiar tu perspectiva acerca de la fatiga y el ejercicio. Primero que nada, es hora de que comiences a ver a la actividad física como lo que verdaderamente es: una productora de energía. Esto se debe a que, no solo contribuye a poner en marcha el metabolismo, sino también permite descansar mejor. Así que empieza por dedicarle 15 minutos diarios a realizar el ejercicio que más te agrade. Hacer una hora y media de actividad física es mucho mejor que permanecer todo el tiempo sentada en un sillón.
#2 "No veo los resultados"
Si todavía no has adquirido el hábito de la actividad física, es muy probable que esta sea tu excusa de cabecera. Además, a medida que el cuerpo envejece, alcanzar un peso saludable se hace cada vez más cuesta arriba. Esto significa que si a los 20 años te bastaba con 30 minutos de cardio por día, a los 40 tendrás que esforzarte un poco más. Por otro lado, no podrás descuidar tu alimentación. En este sentido, es fundamental que tengas una dieta rica en fibra y evites a toda costa el consumo de grasas trans.
#3 "No tengo tiempo"
¿Acaso dejas de lavarte los dientes porque no tienes tiempo? Pues, ¡realizar ejercicio es igualmente importante! Así que no importa cuántas actividades tengas; organiza bien tu jornada, levántate un poco antes y dedica como mínimo 15 minutos a hacer la actividad física que más te agrade. Al principio te resultará un verdadero desafío, pero con el tiempo terminarás por acostumbrarte. Para finalizar, ten siempre presente que, como bien lo expone el dicho: "quien no tiene tiempo para el ejercicio, tendrá que hacerse tiempo para la enfermedad".
Estas son nuestras propuestas para que te sobrepongas a tus propios engaños y puedas disfrutar de una vida más saludable. Y recuerda: la actividad física no solo te regalará un cuerpo más esbelto. También, y por sobre todo, mejorará tu humor, fortalecerá tu autoestima y te ayudará a afrontar tus días con toda la energía que necesitas. Así que, ¡vamos!