La meditación es un estado mental al que se llega después de un proceso voluntario que llevamos a cabo mediante el control de nuestros pensamientos. Hay muchas técnicas de meditación, pero para saber cómo meditar correctamente es fundamental la concentración y la disciplina.
El principal obstáculo a la hora de meditar suelen ser las distracciones. Esto hace que tengamos que volver a comenzar todo el ejercicio de meditación. Hay varias cosas que podemos hacer para evitar las distracciones y así llegar al estado de meditación deseado.
Antes que nada debemos encontrar un lugar adecuado. El lugar debe estar limpio y ordenado, preferiblemente sin ningún mueble u otro objeto, solamente las cuatro paredes y un lugar donde realizaremos la meditación, que puede ser una alfombra, esterilla o quizás un sillón o silla, es muy importante encontrar una posición que nos sea bien cómoda ya que tendremos que permanecer inmóviles todo el tiempo que dure el ejercicio.
Por supuesto que debemos encontrar la forma de evitar todo tipo de interrupciones de cualquier tipo, lejos del ruido cotidiano, los teléfonos, amigos y familiares que puedan interrumpirnos, etc. Es por esto que siempre se recomienda meditar en las primeras horas de la mañana, cuando el ajetreo diario aún no ha comenzado y todos están durmiendo.
La concentración es algo que se ejercita. Las primeras sesiones de meditación serán probablemente un fracaso pero no hay que desanimarse. Con el tiempo y sobre todo con mucha disciplina lograremos dominar cualquier técnica de meditación que nos propongamos, por más avanzada que esta sea.
Es normal que nuestra mente se distraiga y no debe ser motivo de preocupación. Cuando esto sucede, simplemente tenemos que comenzar todo el ejercicio otra vez, dependiendo de que ejercicio se trate. No importa si abandonamos antes de terminar la meditación. Lo importante es ser constantes, al día siguiente seguramente lo haremos mejor.