Las emociones distinguen a los seres vivos de los objetos inanimados. La capacidad de aprovechar las emociones y manejarlas bien hace a los humanos diferentes de otros seres vivos. La inteligencia emocional es determinada por tu capacidad de reconocer tus sentimientos y los de otras personas.
Cuanto mejor nos encontramos en tratar con nuestras emociones y las de los demás, es más alto nuestro coeficiente emocional. Aunque tenemos un valor de inteligencia emocional inherente, la buena noticia es que podemos cambiar algunas cosas para aumentarla considerablemente.
A continuación te mostraremos algunas maneras de hacerlo:
#7 Trata de observar tu comportamiento en diferentes situaciones
Puedes trabajar en la mejora de tu capacidad para enfrentar diversas emociones sólo cuando sabes cómo tiendes a reaccionar a diferentes circunstancias. Obsérvate a ti misma y cómo es tu reacción a las situaciones, especialmente cuando la gente te dice cosas que te hacen daño.
#6 Aprender a observar tu cuerpo
Observa cuidadosamente cómo tu cuerpo reacciona a diferentes situaciones. Por ejemplo, algunas personas tienen una extraña sensación de cosquilleo en el estómago cuando están emocionadas.
La forma en que tu cuerpo responde a estas situaciones es probable que difiera considerablemente de los demás. Si sabes que el estrés te da dolores de cabeza, ya sabes que debes evitarlo a toda costa.
#5 Asume la responsabilidad de tus emociones y comportamiento
Puede ser que sea un poco difícil en el comienzo, pero una vez que lo hagas, ordenarás tu vida. Si sabes que gritas porque no puedes controlar tu ira, no importa lo mucho que haga esa persona, eras la única responsable de la pérdida de control sobre tus emociones.
#4 Trata de tomar el control de tus emociones negativas
Controla tus emociones negativas, principalmente la ira. La mayor parte de las situaciones adversas que te agobian son debido a tu incapacidad para controlar cómo te sientes acerca de ciertas cosas y personas.
Si no te gusta alguien, aléjate, pero no dejes que sea evidente a través de tus palabras y acciones.
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#3 Ten la mente abierta y escucha a los demás
El mundo no tiene que ver con cómo te sientes todo el tiempo. Escucha a los demás y deja que ellos hablen también. Antes de juzgar a alguien por sus acciones, mira las cosas desde su perspectiva. Antes de tomar una decisión, ten en cuenta lo que otros tienen que decir.
#2 Observa el lenguaje corporal de otras personas
Si observas con cuidado, el cuerpo habla mucho sobre cómo te sientes y lo que está pasando dentro de tu cabeza. Observar el lenguaje corporal de alguien es una forma inteligente de ver a escondidas su mente.
Si alguien está utilizando un tono alto de voz, es probable que esté estresado. La lectura de las emociones de la gente puede ayudarte a mantenerte preparada.
#1 Sé honesta sobre tus emociones
Habla de lo que estás sintiendo. No trates de manipular tus emociones. Si te sientes triste, admítelo. No tienes que ir diciendo a todos cómo te sientes, pero por lo menos, sé honesta contigo y tus seres cercanos.
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