Alimentación

5 alternativas saludables a la MANTECA

29 Abr 2015 – 10:39 AM EDT

La manteca es la estrella de muchas recetas: es la protagonista de pastas, panes, tortas y, ¡tantas otras delicias! Pero, disfrutarla en exceso no es para nada recomendable; la manteca está cargada de grasas saturadas, las cuales obstruyen las arterias, disparan el colesterol malo y promueven las enfermedades cardíacas.

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Por este motivo, hoy queremos informarte sobre los sustitutos saludables de la manteca. A través de ellos, podrás agregarles sabor a tus comidas sin sacrificar tu bienestar.

#1 Aguacate

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¿Desayunas tostadas con manteca? ¡Prueba cambiarla por aguacate! Este no solo encantará tu paladar, sino que te aportará una buena dosis de fibra, vitamina K y potasio. Además, esta fruta es muy rica en grasas monosaturadas, que disminuyen el colesterol malo y elevan el bueno.

#2 Aceite de oliva

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Esta variedad de aceite no sirve solo para condimentar ensaladas. ¡También puedes emplearlo para hornear y así disminuir tu ingesta de manteca! En vez de usar una taza de manteca, utiliza 3/4 taza de aceite de oliva. Este te beneficiará con muchas grasas saludables y, como consecuencia, protegerá la salud de tu corazón.

#3 Yogur griego

¿Otra alternativa? En vez de emplear 1 taza de manteca, usa 1/2 taza de yogur griego. Este te brindará muchas proteínas. Asimismo, le conferirá una excelente textura a tus preparaciones. ¡Haz la prueba!

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#4 Compota de manzana

La compota de manzana es uno de los mejores sustitutos de la manteca en las recetas dulces. ¡Con ella podrás ahorrarte un montón de calorías!, y adquirirás mucha más fibra que con la manteca. Así que, en lugar de usar 1 taza de manteca, emplea 1 de compota.

#5 Manteca de nuez

Ahora bien, el aguacate no representa la única posibilidad para explorar otros sabores en tus tostadas y eludir el consumo de grasas saturadas. ¡He aquí la manteca de nuez! Esta es súper saludable; posee grasas monosaturadas, potasio y fibra. ¿Qué tal?

Como ves, el mundo de la alimentación saludable sí que es amplio. Solo tienes que abrir la mente y, ¡aventurarte a nuevos horizontes gastronómicos!

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