La calidad y cantidad de comida (y la frecuencia con la que comemos) son consideraciones esenciales para llevar una vida saludable y con energía. Cómo alimentamos nuestro cuerpo puede afectar nuestra capacidad de concentración, nuestras emociones y, por supuesto, nuestra apariencia física. Por eso es tan importante desarrollar una relación saludable con la comida.
1. Cambia tu punto de vista sobre la comida
Recuerda: comer es bueno para ti. Sin comidas morirías; pero son los aspectos negativos de la alimentación lo que dominan la mayor parte de la atención de los medios de comunicación. Las dietas de moda o los informes que demonizan los carbohidratos y el azúcar se centran más en lo que tenemos que cortar o perder, que lo que tenemos que ganar. Por eso conviene cambiar el punto de vista sobre la comida: en lugar de pensar que NO debes comer chocolate, piensa en lo que sí puedes comer y ten siempre a mano ese tipo de alimentos.
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2. Apuesta a la variedad
Aunque siempre nos están bombardeando con las dietas de moda, lo mejor es evitar las dietas restrictivas y concentrarse en comer una gran variedad de alimentos de todos los grupos. Incluye verduras, frutas, granos, carne, huevos, lácteos, legumbres, semillas y aceites saludables en tu dieta, y estarás bien encaminada.
3. Evita la tentación
Si tienes fácil acceso a las cosas que te tientan, por supuesto que vas a ceder. La mejor manera de mejorar tu relación con la comida, es eliminar todo aquello que sabes que no es saludable para ti del refrigerador y de la despensa. Cuando tienes que hacer un mayor esfuerzo para satisfacer un antojo, es mucho menos probable que lo hagas.
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4. Disfruta de los aspectos sociales de la alimentación
Recuerda que la comida es para ser disfrutada, además de por los nutrientes que contiene, como una parte importante de nuestras conexiones sociales. Es una condición muy humana porque es íntima, y además es uno de los placeres sencillos de la vida de los que puedes compartir y disfrutar con personas que amas, especialmente cuando la comida es sana y nutritiva.
Como ves, tener una relación saludable con la comida no es nada complicado: solo requiere prestar atención y estar presentes. Y probablemente te ayude conocer cómo controlar los antojos de comida.