Realmente llegar a conocer a alguien introvertido es algo hermoso. Sientes que has llegado a un lugar secreto, protegido, que has ganado un privilegio enorme.
El amor de alguien que no se "muestra" con facilidad es profundo y duradero, aprenderás a conocer sus gestos y sutilezas y verás todo lo que otros quizás no consigan ver y catalogan de "timidez" o "poca expresividad".
Y eso es COOL
Ser introvertido te enseña a valorar el tiempo que pasas con los otros, y contigo mismo, y los movimientos mínimos que quizás, por dentro, generen maremotos.
1. Shhh... El silencio es preciado así que economizamos palabras

En vez de escuchar un torrente desenfrenado de palabras, somos dosificados, decimos solo lo justo... y a veces un gesto -o prestar atención en silencio- es suficiente. Y transmitimos muchísimo.
2. El misterio ES atractivo

Somos tiernos y extrañamente impredecibles (¡sí!) y los mejores cómplices, complejos y sinceros... todo con la misma cara y sin decir nada. Porque "se ve" que hay algo más...
3. Y no, no tenemos necesidad de demostrar todo lo que sabemos
El exhibicionismo no nos sale bien, y es menos probable que pasemos por arrogantes.
4. Es más raro que hagamos el ridículo
Pero no nos apartaremos de ti si pasas vergüenza, por el contrario, sabemos exactamente qué se siente.
- "Realiza tú mismo", ¡me gusta": ¿Qué tipo de introvertido eres? Realiza tú mismo tu test de personalidad
5. O que digamos cosas inapropiadas
Ten cuidado de algo: si estamos desilusionados, ahí las cosas corren peligro.
6. Por el contrario, nuestras palabras suelen sorprender a la gente: oportunos, al grano, y con impacto
¡Sorpresa! Por supuesto que estar "un poco más hacia adentro" no significa que no prestamos atención. Y ese consejo de una oración, que te di solo cuando me preguntaste, lo medité bastante.
7. Nos dicen que "somos buenos escuchando"
Nos encanta ver el brillo de los demás.
8. Aunque también puede que te estemos ignorando
¿Será que te estamos realmente ignorando?
9. No nos sentimos obligados a quedarnos en una fiesta más de lo necesario
Nos sentimos "obligados" a pocas cosas en realidad, los demás aprenden a respetar nuestro espacio...
10. Nuestros impulsos no nos ganan
Al contrario, hacemos las cosas cuando realmente las queremos.
11. Y podemos tramar diabluras sin que nadie sospeche de nosotros
Diabluras que provienen de nuestro "mundo interior muy rico y lleno de tesoros", ¡por supuesto!
(づ。◕‿‿◕。)づ
COOL... muy suave :-)