Tener un cultivo de tomates en el jardín de tu casa no es tan complicado, si tienes algo de espacio no tendría que representar mayor problema. Sin embargo, cuando las temperaturas son extremas puede que sea necesario tener un invernadero para poder reproducir y mantener ciertas variedades de plantas como el tomate. Si no tienes las posibilidades de construir un invernadero grande, no tienes que abstenerte de cultivar. Revisando en la red he encontrado cómo hacer un invernadero para tomates, aquí te lo explicamos paso a paso. Es sencillo, económico y efectivo.
Para hacer tu invernadero para tomates, necesitarás unos 30 cm de malla metálica y dos bolsas plásticas, de las resistentes que se emplean para la basura, por cada planta.
En primer lugar, necesitarás tener las semillas germinadas, convertidas ya en plantas pequeñas para poder transplantarlas al espacio más amplio de tu jardín, donde estará tu invernadero para tomates, que estará localizado en el exterior.
Planta todas los brotes de tomate, con unos 80 cm de separación entre ellas, para darles espacio para crecer. Acto seguido crea un cilindro de unos 25 cm de diámetro alrededor de tu plantita de tomate. Para cortar la malla puedes usar unas tijeras de podar o alicates. Únelos con alambre, para evitar que se desarmen.
Forra los cilindros de malla con las bolsas plásticas, sin olvidarte de dejar una de ellas para cubrirlos. Fija las bolsas con más alambre o con cualquier otro adhesivo resistente.
Cubre con la bolsa plástica el cilindro, de este modo protegerás tu planta de las inclemencias del tiempo.