
Mi mamá es muy organizada, especialmente en el tema de la comida. Aún cuando ella siempre tuvo en casa una empleada, siempre llevó el timón de la comida.
Teniendo en cuenta que antes se preparaba a diario desayuno, almuerzo y cena from the scratch, mi mamá buscó la forma de acortar distancias con esa costumbre, que consideraba una pérdida de tiempo y dinero.
Así que ella elaboraba sus listas, planeaba todas las comidas de la semana y con papel en mano hacia la compra, así no se le quedaban las verduras hibernando dentro de la nevera.
De ella aprendí que si vas a hacer un sofrito mejor haces un poco más y de una te haces tres cosas.
Pero para lo que mi mamá sí que fue una adelantada a su época fue en el capítulo de lo congelados, una práctica básica en su menú semanal.
¿Qué debes congelar?

Obviamente no todo se puede congelar, pero estos son los 5 básicos que siempre puedes tener para un día loco:
- Granos, todos aguantan muy bien el congelado: lentejas, frijoles de todos los colores, garbanzos o chícharos. Por lo menos intentar comerlos una vez a la semana.
- Salsas para pasta, no todas, pero la que sí es la boloñesa, mi mamá siempre la tenía congelada, ella la hacía con los tomates frescos, yo aplico bote, sofrito y carne, me sirve para una pasta o una lasaña rápida.
- Filetes, de lo que quieras: pescado, carne, pollo, cerdo; los puedes marinar o no antes de congelar; eso sí guardar de manera individual y siempre podrás sacar uno, preparar un arroz, una ensalada y ya tienes una comida.
- Sopas sin incluir patatas, arroz o fideos, las sopas de pollo, carne o pescado con verduras son ideales para congelar, el resto se lo agregas para servir.
- Guisos, si vas a preparar un estofado de pollo, haz el doble y tienes para otra ocasión, sin papa queda perfecto en la congeladora.
Esperamos que estos consejos para conservar alimentos te sean útiles. Además no te pierdas esta comida congelada con tradición hispana.