Los pasajeros en los asientos traseros no viajan tan seguros como en los delanteros
Un estudio del Instituto de las Aseguradoras Para la Seguridad Vial, IIHS por sus siglas en inglés, concluyó que los asientos traseros de los automóviles no proveen la misma protección que ofrecen los asientos delanteros.
Un comunicado del instituto explica que “los ocupantes de los asientos delanteros se han beneficiado enormemente de los avances en contención, el término general que describe al equipo que forman las bolsas de aire y los cinturones de seguridad cuando trabajan en conjunto durante un choque, a fin mantener a una persona en la posición adecuada y disipar las fuerzas que afectan el cuerpo de los pasajeros. Sin embargo, los ocupantes de los asientos traseros no se han beneficiado de esta tecnología en la misma medida”.
Las lesiones más comunes sufridas en los asientos traseros están localizadas en el área del pecho. En los asientos delanteros las bolsas de aire frontales impiden que el pasajero se golpee con los objetos estáticos que tienen al frente, pero además a fin de proteger el área del pecho de los pasajeros, los cinturones frontales cuentan con mecanismos ‘limitadores de fuerza’ a fin de regular el grado de resistencia con que los sistemas pretensores de los mismos retienen al pasajero. En los asientos traseros, sin embargo, los cinturones de seguridad no cuentan con dichos mecanismos limitadores de fuerza, por lo que los pasajeros son retenidos con el máximo grado de sujeción en caso de choques frontales sin importar su tamaño, peso o la violencia del choque, causando en muchos casos lesiones de gravedad en la caja torácica.
El IIHS investigó dos bases de datos nacionales consiguiendo 117 choques donde los pasajeros de la segunda fila de asiento fallecieron o recibieron lesiones serias. En ellos la gran mayoría, tanto de las fatalidades como de los heridos, recibieron lesiones en el pecho. Los expedientes de los accidentes, consistentes de fotografías, reportes forenses, reportes de accidentes y autopsias, muestran que la gran mayoría de las lesiones en el pecho fueron causadas por cinturones de seguridad actuando con fuerza excesiva.
La mayoría de los accidentes fatales fueron eventos considerados como ‘supervivibles’, es decir que después del choque la estructura de la cabina había soportado el golpe dejando espacio suficiente para los pasajeros. En la mayoría de los accidentes objeto del estudio, los pasajeros en los asientos traseros sufrieron lesiones más severas que los pasajeros en los asientos traseros, de lo que el IIHS concluye que los sistemas de sujeción en la segunda fila deben ser mejorados.
Aunque el IIHS sugiere que la implementación de mecanismos reguladores de fuerza de la pretensión de los cinturones de seguridad similares a los utilizados en los cinturones delanteros, así como el uso de cinturones de seguridad que se inflan en caso de accidente a fin de distribuir la fuerza del impacto a través del tórax y el pecho, una tecnología presentada por Ford en 2011, podrían mitigar el problema, no avala ninguna solución en particular. En cambio, el instituto planea el diseño de una prueba de choque específica para el asiento trasero, a fin de que los fabricantes puedan encontrar la manera de hacer la segunda fila segura, de la misma manera que añadieron seguridad a los asientos delanteros.