El debate entre Mike Pence y Tim Kaine: un choque entre 'desconocidos'

Será un debate entre 'desconocidos', a juzgar por algunas encuestas, pero no por eso menos importante para el desarrolllo de la campaña presidencial en EEUU.

El encuentro este martes entre el senador demócrata por Virginia Tim Kaine y el gobernador republicano de Indiana Mike Pence, no despierta tanta expectativa entre los electores que masivamente siguieron por diversos medios el espectáculo más esperado de la historia política reciente: el careo entre sus cabezas de fórmula Hillary Clinton y Donald Trump.

Una encuesta presentada por ABC News determinó que 41% de los consultados no pudo identificar al compañero de la fórmula de los partidos. Incluso, un 46% de ellos no estaba seguro de quién era el demócrata Tim Kaine.

Sin embargo, el 64% de los consultados dijo que estaba dispuesta a ver el debate del martes entre ambos candidatos.

"Soldados leales"

“Los debates son el momento más democrático de las campañas. Son entrevistas de trabajo. El espectador puede finalmente ver juntos a ambos candidatos hablando de los mismos temas. Y en esta elección también estamos contratando vicepresidente”, dijo a Univision César Martínez, analista político y asesor republicano de campañas como la de John McCain y Mitt Romney.

Aunque se da por descartado que haya una audiencia similar a la del pasado lunes, la sorpresa la puede dar el hecho de que este debate no compite con ninguna emisión de un evento deportivo y aunque los vices no despiertan las mismas pasiones, “la cercanía de los candidatos en las encuestas ha hecho que la gente esté muy sintonizada con la campaña”, opinó por su parte Craig LaMay, profesor asociado del Instituto de Investigación de Políticas de Northwestern University.

No obstante, LaMay reconoce que en este caso particular, "Kaine y Pence no tienen personalidades muy fuertes, no se muestran como luchadores o polémicos”, y su trabajo será "abogar por sus jefes, no por sí mismos".

"Deben cumplir la labor que hacían los sustitutos en el siglo XIX: hacer campaña por el candidato no por ellos. Son soldados leales”, agregó LaMay.

Temario desconocido

Contrario al debate presidencial, los temas que preguntará el moderador no se sabrán con anterioridad por lo tanto los candidatos tienen que estar preparados para todo.

“ Ninguno de los candidatos a vicepresidente tiene grandes escándalos que explotar”, dijo por su parte Jack Citrin, profesor de ciencia política y director del Instituto de Estudios Gubernamentales de la Universidad de Berkeley.

“Tendrían que enfocarse en su experiencia para centrar el tema sobre ellos, mostrarse como suficientemente conocedores de los temas y convencernos de que en caso de que algo le pase al presidente no nos quedamos con una persona incompetente”.

Una línea memorable

El primer debate vicepresidencial tuvo lugar en 1976 entre el candidato demócrata Walter Mondale y el republicano Bob Dole. En 1980 los compañeros de fórmula de Ronald Reagan y John Anderson no se enfrentaron, pero en adelante siempre ha habido un debate cada cuatro años entre aspirantes a vicepresidente, según lo registra la Comisión de Debates Presidenciales.

Uno de los más memorables fue el de 1988. Los candidatos a vicepresidente: el senador demócrata Lloyd Bentsen y el senador republicano Dan Quayle. El intercambio más recordado entre los entonces aspirantes al segundo cargo más importante del país fue así:

- Quayle: “Tengo tanta experiencia en el congreso como la que tenía Jack (John F.) Kennedy cuando buscó la presidencia".
- Bentsen: "Senador, yo trabajé con Jack Kennedy. Yo conocí a Jack Kennedy. Jack Kennedy era un amigo mío. Senador, usted no es Jack Kennedy"
- Quayle: "Eso fue realmente fuera de lugar, senador ".
- Bensten: “Usted fue el que hizo la comparación, senador”.

Las cartas de Kaine

Kaine llega al debate con el reto de construir una actuación de la calidad de la que tuvo Clinton, que según varias encuestas fue la ganadora del careo con Trump.

Su experiencia en la administración pública no es poca. Actual senador por Virginia, Kaine también fue gobernador de ese estado, alcalde de Richmond y presidente del Comité Nacional Demócrata. De hecho el debate se llevará a cabo en la Universidad de Longwood en Farmville, ciudad ubicada en este estado.

Los analistas no consideran que esto sea una ventaja pues la audiencia real no solo serán los estudiantes invitados al auditorio sino los millones que verán el debate por televisión, pero no descartan que haga un guiño de pertenencia para decir que está en su casa. Después de todo, Kaine fue escogido como fórmula de Clinton por los votos que podría atraer en un estado como Virginia, considerado como uno de los campos de batalla.

Otra particularidad de Kaine es que en varios mítines ha mostrado que habla perfectamente español después de pasar una temporada como misionero en Honduras e incluso fue el primer congresista que llevó este idioma al piso del Senado en un debate por la reforma migratoria.

“Es posible que Kaine emita algunas frases en español en el debate para decirle a la comunidad latina que salga a votar. De hacerlo podría marcar un hito en los debates, nunca nadie lo ha hecho”, aseveró el republicano Martínez.

Kaine también tendrá que hablarle a los independientes y a los millenials que todavía le siguen resultando esquivos a Clinton. Bernie Sanders con gran recepción en este sector de votantes, viene haciéndole campaña a su exrival y recientemente la acompañó ante un grupo de estudiantes en New Hampshire, un estado donde el senador tuvo una holgada victoria en las primarias.

“Es seguro que Kaine querrá también explotar las debilidades de Trump, sobre todo explotar en qué es lo que Pence está en desacuerdo con Trump, lo que ha manifestado en varias entrevistas" dijo por su parte el profesor Citrin.

Y para ello se ha venido preparando . Robert Barnett, un abogado de alto perfil de Washington, es quien ha jugado el rol de Pence en los ensayos de Kaine, según reporta Politico. Barnett, quien ha actuado como agente literario de Clinton, también hizo del senador Bernie Sanders en ensayos de debate durantes las primarias.

Las cartas de Pence
Pence por su parte, antes de ser gobernador de Indiana se desempeñó más de una década en el Congreso. Contrario a Trump, quien decidió no hacer ensayos en los que alguien hiciera las veces de Clinton, Pence sí ha practicado debates simulacro con la ayuda del gobernador de Wisconsin, Scott Walker, quien hace el rol de Kaine, según lo confirmó él mismo en twitter.

Los expertos coinciden en que el trabajo para Pence va a ser más intenso porque tiene que restaurar la imagen vapuleada de Trump tras el debate con Clinton. El gobernador va a tener que responder por cosas específicas que Trump no respondió como su política exterior, su propuesta tributaria y las contradicciones que a diario dice el republicano, como si paga impuestos o no.

“Pence es más articulado, es una versión más reposada de Trump”, opinó el profesor Citrin. “El peso que tiene sobre sus hombros es muy grande y es muy posible que quiera insistir en explotar los escándalos de Clinton o algunos nuevos que la campaña esté preparando”, aseveró.

Pence tendrá que intentar congraciarse con las mujeres y los afroamericanos, aunque las fuentes consultadas no creen que vaya a deslizar ningún mensaje para el votante latino.

"¿Puedo llamarte Joe?"

En opinió del profesor LaMay tanto Pence como Kaine tienen un temperamento “leve y poco dramático” comparado con la figura del actual vicepresidente Joe Biden quien como senador demócrata se enfrentó en 2008 a la entonces gobernadora republicana de Alaska, Sarah Palin.

Ese careo fue uno de los debates vicepresidenciales más vistos de la historia: según los ratings analizados por Nielsen 69.9 millones de espectadores lo sintonizaron, superando incluso el número de televidentes que vieron el primer debate presidencial entre Barack Obama y John McCain, que atrajo a una audiencia de 52.4 millones.

De allí también salió una memorable línea durante el saludo de Palin a Biden: “Hola, ¿puedo llamarte Joe?”.