El cantante ha llorado ante las cámaras en más de una ocasión y aquí recordamos esos momentos que le han causado sentimiento al intérprete de 'El Baleado'.
Larry Hernández pasó momentos muy difíciles en la cárcel en Carolina del Sur, donde estuvo por 30 días ya que enfrentaba una demanda de secuestro y actualmente está aún en libertad condicional. Cada vez que el cantante recuerda esos momentos no puede evitar el que sus ojos se pongan llorosos.
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Larry ofreció una entrevista a las cámaras de Primer Impacto en donde habló de las duras condiciones que enfrentó en su traslado y durante su tiempo en prisión. "Me dijeron bienvenido a la van de la muerte".
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La mañana del 19 de mayo el cantante estuvo en Despierta América donde también recordó estos difíciles momentos.
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Al ver en pantalla las imágenes de un concierto antes de su detención, en el que se encontraba tomando alcohol en el escenario, Larry agachó la cabeza y comenzó a llorar amargamente.
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Él culpa al alcohol de muchos de los errores que cometió y entre lágrimas reconoció ser alcohólico: "A veces tú piensas que no tomas, o piensas que no eres alchólico y dices es que yo tomo cuando estoy en los conciertos, porque mi trabajo lo requiere, pero sí era un alcohólico", dijo a Despierta América.
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En su visita hubo momentos muy emotivos donde también recordó la última vez que vio a su gran amiga, Jenni Rivera, y cómo el salir de la cárcel marcó su vida para siempre.
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A Larry Hernández también lo hemos visto llorando por su hermano, Wilfredo 'Fredy' Hernández que estuvo más de cuatro años en una cárcel mexicana y que fue liberado pocos meses después que él.
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“Yo ahora lo comprendo y percibo su desespero diferente porque yo ya pasé por ahí”, dijo el cantante en conferencia de prensa antes de la liberación de 'Fredy'.
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También hay ocasiones en las que no sabemos qué es lo que le causa sentimiento a Larry Hernández, como cuando se encontraba en un concierto en Bakersfield, California, y se bajó llorando del escenario después de haber estado 40 minutos cantando. Mucho se especuló que podría tener problemas con su garganta.
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Larry Hernández lleva un año, nueve meses, sin beber alcohol y dice que el haber estado en prisión fue una situación que cambió su vida, lo que seguramente siempre recordará como uno de los momentos más amargos.