"Voy a morir, mamá", el mensaje de despedida de una de las víctimas del incendio de Oakland

Autoridades refieren que algunos de los 36 cuerpos localizados entre las cenizas fueron encontrados en posiciones que sugieren que estaban protegiéndose entre sí.

Un oficial de Alameda abraza y consuela a una mujer en la escena cerca del edificio incendiado en Oakland en el que murieron 36 personas.
Un oficial de Alameda abraza y consuela a una mujer en la escena cerca del edificio incendiado en Oakland en el que murieron 36 personas.
Imagen Reuters

LOS ÁNGELES, California.- La mañana del sábado 3 de diciembre una mujer de Oakland vio que en su teléfono celular tenía un mensaje nuevo que durante la noche le había enviado su hija: “Voy a morir, mamá”.

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Era el mensaje de despedida de una de las 36 víctimas mortales que dejó el incendio de Oakland ocurrido la noche del viernes 2 de diciembre durante una fiesta de música electrónica que se llevaba a cabo en un almacén conocido como 'Ghost Ship'.

El Departamento del Sheriff de Alameda confirmó que varias de las víctimas enviaron en sus últimos momentos de adiós a sus familiares cuando se dieron cuenta de que no podrían escapar de las llamas.

Los mensajes a los teléfonos móviles referían frases como “Voy a morir” y “Te amo”, declaró el sargento Ray Kelly, quien ha estado en contacto con familiares de algunas víctimas.

La cifra de cuerpos hallados entre los restos incinerados del almacén se mantiene en 36 luego de que el lugar ha sido revisado en casi un 90% sin que hasta el momento se haya determinado las causas del incendio, aunque se cree que un refrigerador podría explicar el origen de las llamas.

Algunos de los cuerpos que se han localizado, dijo el sargento Kelly, se encontraban abrazados.

“Hemos encontrado personas que han muerto en los brazos del otro, protegiéndose, sosteniéndose mutuamente”, dijo Kelly.

Laberinto infernal

Los últimos momentos de las víctimas se entrelazan con los testimonios de quienes sobrevivieron al incendio que ha sido descrito como un “laberinto infernal” en el que quedaron atrapados.

Bob Mulé contó a ABC News que el amigo con el que compartía habitación en uno de los espacios del edificio falleció entre las llamas al no lograr salir por una fractura de tobillo que padecía.

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“Estaba muy caliente, sentí que la piel se me derretía y no podía respirar... tuve que dejarlo... sé que no pudo lograrlo”, dijo el sobreviviente sosteniendo el llanto.

Mulé, quien formaba parte de la comunidad artística que se reunía en el 'Ghost Ship', dijo que fue uno de los primeros que observó las llamas y que de manera infructuosa intentó sofocarlo con un extintor.

De los 36 cuerpos recuperados –de edades comprendidas entre los 17 a los 35 años–, sólo uno no ha sido identificado. La Oficina del Forense ha pedido a familiares de las víctimas que preserven cepillos de dientes y del cabello para obtener muestras de ADN que sirvan para confirmar la identidad.

Se calcula que entre 50 y 100 personas asistían al concierto de música electrónica que se celebraba en la segunda planta del almacén convertido en una comuna de artistas y gestionado por Derick Ion, quien carecía de los permisos legales para transformar la propiedad en una residencia y organizar eventos en su interior.

Ion alquilaba el edificio que estaba lleno de muebles, instrumentos musicales y habitado por varias decenas de personas.

Según la agencia AP, “a menudo hacía un frío terrible en el local. El agua y la electricidad era robada a veces a los vecinos, que solían ponerse furiosos y desconectaban esos servicios. Una vez un generador estalló”.

Las autoridades están aún inspeccionando los escombros del almacén en busca de más restos humanos y de evidencias que ayuden a explicar cómo se originó el fuego.

Emerge la figura de un héroe

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Entre los supervivientes, hay quienes aseguran que lograron escapar del fuego gracias a una voz que gritaba desde donde se encontraba la salida.

La identidad de este individuo no ha sido confirmada, aunque podría tratarse de Chris Nechodom, un fotógrafo y cineasta que acudía por primera vez al lugar, según dijo al diario San Francisco Chronicle.

"Vi a un grupo de personas tosiendo, sin saber a dónde ir", dijo Nechodom. "Todos empezamos a arrastrarnos hacia frente, estabamos bajando, llegamos a la parte delantera y había algunas personas gritando, así que empecé a ayudar, gritando algo así como: '¡Aquí está la entrada principal! ¡Síganme muchachos! ¡Por aquí! ¡Vengan por aquí!'".

Nechodom no contestó a las peticiones de Univision Noticias para una entrevista, pero su descripción de los hechos encaja con las realizadas por otras personas que aseguraron haber estado en aquel infierno y vivido para contarlo.

Según publicó Los Angeles Times, dos jóvenes de 17 y 18 años relataron al dueño de un negocio contiguo que alguien les indicó por dónde salir del 'Ghost Ship'.

“Ellos no podían ver nada delante ni detrás de ellos. La única razón por la que salieron fue que escucharon voces fuera. Voces que les dirigían donde tenían que ir", dijo Al García.

Entre quienes han participado en las labores de coordinación de ayuda a los afectados ha circulado otro testimonio anónimo que cuenta un relato similar en el que el humo hacía irrespirable las estancias en las que era muy difícil averiguar el camino correcto para llegar a la calle. Esa persona dijo salvar la vida gracias a una voz que gritaba 'salida' desde una puerta.