HOUSTON, Texas. – Una calcomanía adherida al vidrio de una camioneta con un letrero que dice: “Jódete Trump y jódanse los que votaron por él” llevó a Troy E. Nehls, sheriff del condado Fort Bend en Texas, a publicar un mensaje en su cuenta de Facebook en busca del dueño del vehículo.
“Jódete Trump y jódanse los que votaron por él”, la calcomanía que enfrenta a un sheriff texano con una conductora
Un mensaje publicado en Facebook para ubicar al dueño de una camioneta que tiene una calcomanía con el letrero dirigido al presidente se le convirtió en un lío al sheriff del condado Fort Bend. Miles de usuarios de las redes y organizaciones de derechos civiles lo cuestionan por tratar de coartar el derecho de libre expresión.

“He recibido numerosas llamadas con relación al despliegue ofensivo (de un mensaje contra Trump) en una camioneta que a menudo transita por la carretera FM 359. Si sabe quién es el dueño del vehículo o si usted es el propietario, me gustaría que discutiéramos este tema. Nuestro fiscal nos ha informado que aceptaría presentar cargos de conducta desordenada con relación a este hecho, pero siento que podríamos llegar a un acuerdo para modificar el letrero”, se lee en el mensaje publicado el miércoles alrededor del mediodía.

Las reacciones de los usuarios de las redes no se hicieron esperar. Miles han compartido el post y han dejado comentarios, la mayoría cuestionando al oficial porque consideran que la persona que tiene la calcomanía está ejerciendo su derecho a la libre expresión.
“Me alegra ver que nuestros funcionarios del gobierno se están concentrando en lo que es importante”, escribió el usuario Antonio Herrera y su comentario ha recibido más de 5,000 ‘likes’.
Debajo de ese comentario, el sheriff escribió: “Es importante responder a las llamadas de los residentes, sí. Me alegra que estemos de acuerdo en eso”.
Un hilo con cientos de respuestas de otros usuarios continuó la conversación, algunos pocos comentaban a favor del sheriff, pero la gran mayoría en su contra por querer coartar la libertad de expresión, un derecho protegido en la primera enmienda de la constitución de Estados Unidos.
Los comentarios más conservadores hacían referencia a que los niños no tenían por qué estar expuestos a mensajes con palabras obscenas.
“Antonio Herrera (el usurio que cuestionó al sheriff), si tu vecino estuviera en la calle gritando esas palabras en frente de tus hijos, a ti te gustaría pararlo. Mis niños pueden leer y yo no quiero esta basura (la calcomanía) en frente de ellos”, escribió Joe Smith.
Esta respuesta desató una cadena de decenas de mensajes en los que las personas se preguntan si los que se sienten tan ofendidos con la palabra “joder”, han sentido lo mismo cuando es el presidente el que dice palabras obscenas.
“El mismo Trump emplea palabras de esta índole o peores todo el tiempo. ¿Te parece bien cuando es él quien las dice en frente de tus hijos? Tus disparates moralistas no merecen una discusión”, escribió Jason Weinman.
Otro comentario, más explícito, sobre el lenguaje que ha usado el presidente vino de la usuaria Viula Tremblay Torgerson, quien escribió que todos los que expresaron que se sentirían ofendidos si sus hijos leyeran la calcomanía votaron por un hombre que dijo: “Les puedes agarrar su vagina”. Recalcó que esto es pura hipocresía.
Por su parte, la usuaria Gary Meyers le pregunta al Sheriff Nehls: “¿Qué tal si alguien tiene una calcomanía que cite las palabras del presidente? Algo como: Mi presidente les agarra la vagina; ¿Eso sería considerado una conducta desordenada?”.
Quién tiene la razón
Nehls citó a una conferencia de prensa la tarde del miércoles para tratar de explicar a los medios las razones que tuvo al publicar el mensaje. Expresó que la calcomanía es ofensiva y, aunque reconoce que la libertad de expresión está protegida por la primera enmienda de la constitución, quiere dialogar con el dueño de esa camioneta.
“El problema que yo veo (con esas palabras) es que cualquier persona que haya votado por Trump se puede ofender y eso podría causar un conflicto”, dijo Nehls al tiempo que agregó que la persona que tiene la calcomanía está ejerciendo un derecho, pero a la vez violando una ley estatal referente al desorden público por uso de lenguaje abusivo.
El abogado de derechos civiles Randall Kallinen está en desacuerdo con el sheriff. “El gobierno no puede multar a nadie por desplegar un mensaje como el de la calcomanía, las personas pueden decir y escribir lo que quieran y están protegidas por la constitución”, dijo.
El capítulo Texas de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) le respondió al sheriff con un tuit en el que se lee: “Sheriff Nehls, usted no puede prohibir un mensaje solo porque incluye la palabra ‘joder’”. En el mismo mensaje, le dicen al dueño de la camioneta que puede contactar a ACLU Texas.
El dueño de la camioneta
La persona que maneja la camioneta con la calcomanía es una mujer que dice haber trabajado para el sheriff Nehls en la cárcel del condado, según un reporte del portal noticioso del diario Houston Chronicle.
Karen Fonseca le dijo al diario que el vehículo pertenece a su esposo, pero es ella quien la conduce a menudo. La mujer relató que mandaron a imprimir la calcomanía justo después de que Trump fue juramentado como presidente.
La conductora dice que su calcomanía ha llamado la atención muchas veces. La gente le toma fotos, otros solo sacuden la cabeza y oficiales del orden la han parado, pero no han encontrado una razón para darle una multa.
Ahora que el sheriff ha decido tomar parte en este asunto, Fonseca, de 46 años, no planea contactarlo, según el reporte del Chronicle. “Esto no es para causar odio ni encender los ánimos. Solo estamos ejerciendo nuestro derecho a la libre expresión”, comentó.
En el post publicado por Nehls, se lee que un fiscal del condado Fort Bend estaba de acuerdo en que este hecho podría conducir a cargos de conducta desordenada. Pero esa información, según el reporte del Chronicle, no es respaldada por John Healey, fiscal de Distrito del condado, quien expresó que hubiera deseado que la oficina del sheriff lo hubiera contactado mucho antes por este asunto tan candente. Dijo además que lo llamaron justo cuando se publicó el mensaje en Facebook.
Healey no está de acuerdo con lo que un fiscal de su departamento le confirmó a Nehls y destacó que su dependencia carece de información sobre cómo están reaccionando los residentes a la calcomanía en la camioneta. “No creo que sea un caso que se puede enjuiciar basado en la definición de conducta desordenada”, declaró Healey al Chronicle.
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