Enseñar a los niños a compartir desde temprana edad, con sinceridad, los ayudará a crecer como personas empáticas y bondadosas. A continuación, cinco sugerencias para criar a niños compasivos y generosos, quienes estarán dispuestos a dar sin ser forzados.
5 pasos para enseñarles a tus hijos a compartir

Manifiesta empatía
Enseña a los niños a manifestar empatía hacia los demás de manera que se olviden de su naturaleza egocéntrica. Haz énfasis en hacer comentarios como: “Hace mucho calor afuera. ¿No crees que a tu entrenador le gustaría una botella de agua?” o “Es el cumpleaños de tu maestra. ¿Qué te parece si le dibujamos una tarjeta de felicitación?” De esa forma, estás ayudando a tu hijo a pensar en las necesidades de otras personas y cómo sus acciones impactan al mundo. Como parte de tu legado familiar, incúlcale a tu hijo a ser empático.
Respeta los límites
Enseñarles a los niños cómo compartir es importante, pero siempre respetando los límites. Dependiendo de su desarrollo, algunos niños piensan que es una tarea muy difícil de llevar a cabo. Debes respetar los límites del desarrollo de tu hijo, pero siempre promoviendo grandes expectativas en cuanto a su comportamiento. Si tu hijo tiene un juguete especial que le es muy difícil compartir, considera ese aspecto como “juguetes intocables”. Respeta la decisión de tu hijo. La regla debe ser asegurarle a tu hijo que no será forzado a compartir algo que no desea.
Tú eres la solución
Cuando un niño rechaza compartir, haz todo lo posible por no enfocarte en el rechazo. No es fácil, especialmente para niños pequeños. Ayúdale a encontrar otro objeto con el que él esté dispuesto a jugar con sus amigos. Haz énfasis en la importancia de ser la solución y enfócate en el comportamiento positivo para resolver ese problema. Aunque tu hijo no comparta sus libros que atesora, pídele que te ayude a encontrar otra historia que sus amigos puedan disfrutar.
La práctica se convierte en un hábito
Aprovecha la oportunidad durante los momentos en la vida cotidiana de tu hijo, para enseñarle a ser compartido. Cuando estén involucrados haciendo sus tareas escolares o durante sus ratos para jugar, por ejemplo, involúcrate en una práctica diaria de lo que es el mecanismo de dar. No esperes por una discusión acalorada para hacer cumplir esa noción.
Generosidad y gratitud
Durante su crianza, enfócate en la generosidad y gratitud. Cría a tus hijos inculcándoles el conocimiento de que, no importa qué está pasando con la atención de la mamá o con el último pedazo de pizza. Ellos disfrutan de una vida abundante, lo cual deben agradecer y saber que siempre se puede ordenar otra pizza. Cuando un niño tiene más de lo que necesita, acompañado de una dosis saludable de gratitud, crecerá con el concepto de compartir como parte de su naturaleza.









