Un microorganismo que "devora" meteoritos podría ser la explicación al origen de la vida en la Tierra
El reino microscópico no nos dejará de sorprender jamás, ya que cuenta con secretos tan increíbles como los que podemos encontrar en el espacio exterior.
Uno de estos secretos ha llamado la atención de la comunidad científica. Un grupo de investigadores descubrió un tipo de microorganismos capaz de comerse (literalmente) los meteoritos.

El microbio en cuestión se llama Metallosphaera sedula y es conocido por su costumbre de comer minerales; pero de acuerdo a una investigación, su dieta no se limita a rocas terrestres.
El descubrimiento fue realizado mientras se buscaba una explicación de cómo la vida terrestre puede sobrevivir en el mundo. Ahora la pregunta gira en torno a si es posible que la biología temprana haya recibido nutrientes clave a través de meteoritos.

En fechas recientes, la NASA aseguró que descubrió muestras de azucares esenciales para el ARN en meteoritos, lo cual fundamenta esta teoría.
Se cree que los meteoritos son la fuente de elementos raros como el fósforo y otros elementos orgánicos más complejos.
Los organismos que son capaces de usar a las rocas como fuente de alimentación son llamados quimiolitotrofos, y se sabe que algunas bacterias como Leptospirillum ferrooxidans y Acidithiobacillus ferrooxidans oxidan el hierro en los meteoritos para nutrirse.
Los científicos recurrieron al termoacidophile, un microbio que se adapta a la perfección al calor y al pH bajo, y que ha demostrado su capacidad de sobrevivir en Marte.
El Metallosphaera sedula, por su parte, ha demostrado un gran potencial para eliminar el sulfuro de hierro.
El equipo de investigación seleccionó un meteorito rocoso ordinario llamado NWA 1170, un trozo de mineral de 120 kilogramos descubierto en el año 2000, como primer platillo para el microorganismo.
Se colocó al microbio en una muestra esterilizada del meteorito y se realizó un análisis de los iones metálicos liberados por los organismos mientras "comían". También fueron alimentados con una muestra molida del mismo mineral.
Para poder comparar, otro grupo de cultivos microbianos similares se alimentaron con muestras molidas de la calcopirita mineral de cobre-hierro-azufre.
Las dos comidas produjeron tasas de crecimiento significativamente diferentes, alcanzando un pico mucho más temprano en el meteorito que la calcopirita. Cualquiera que sea la mezcla específica que proporcionó el meteorito, M. sedula la devoraba mucho más rápido.
Los microbios creaban pequeñas burbujas que ayudaban a metabolizar más rápido al meteorito, reduciendo su toxicidad.
Un análisis químico posterior ayudará a los científicos a identificar si un meteorito y otras rocas espaciales han sido consumidas por un quimiolitotrofo .
Mientras contemplamos los cielos con la esperanza de encontrar vida en otros mundos, cada vez queda más claro que los microbios que evolucionaron en la Tierra podrían haber venido del espacio.
El hecho de que algunas especies puedan sobrevivir a los extremos del vacío interplanetario, dejan abierta la posibilidad de que los microorganismos puedan contaminar otros cuerpos rocosos, o inclusive a nuestra tecnología, de acuerdo con el estudio.
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